Los luchadores en México, héroes de grandes y chicos en esa nación y en muchas partes de Latinoamérica, han sido puestos fuera de combate por un enemigo real, que los ha tumbado a todos: el coronavirus.
"La situación general es que está todo parado y no sólo es la lucha libre, pero esperemos que pronto esto se normalice", dijo a medios el luchador conocido como El Fantasma, quien preside la Comisión de Lucha Libre Profesional de la Ciudad de México.
Con las arenas y gimnasios cerrados y sin otras entradas económicas de las cuales ayudarse, esos artistas de las coreografías y llaves en el cuadrilátero, con sus máscaras coloridas, al igual que miles de trabajadores en este país, han sido duramente golpeados por la crisis de salud y económica que ha provocado la COVID-19.
Sin un sueldo fijo, les pagan por presentación, y sin seguridad social, en la mayoría de los casos, los gladiadores prácticamente forman parte del sector informal en México aunque algunos, los menos, trabajan bajo contrato.