El Gobierno y una alianza opositora de Nicaragua concluyeron este lunes unas conversaciones, con la que esperan superar la crisis que estalló hace un año, sin acuerdos en el tema de agilizar la liberación de los denominados presos políticos.
El portavoz de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, el jurista José Pallais, dijo al término del encuentro que la delegación del Gobierno rompió en último momento el consenso que, en coordinación con los testigos y acompañantes, habían logrado para liberar anticipadamente a los detenidos.
"Se llegó a un consenso sobre algunos puntos de las propuestas de los testigos y acompañantes, incluso ya estaba trasladado a un comunicado que se iba a hacer público, cuando la delegación de Gobierno solicitó tomarse un tiempo para consultar y cuando regresaron de la consulta trajeron una contrapropuesta que rompió totalmente el consenso que habíamos logrado", afirmó Pallais.
Las partes retomaron este lunes las conversaciones invitados por el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, y el exministro de Defensa de Uruguay Luis Ángel Rosadilla, quienes participan como testigos y acompañantes del proceso en representación del Vaticano y de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), respectivamente.
Según la Alianza, los testigos y acompañantes presentaron a las partes una serie de puntos de compromisos relacionados a la liberación de los denominados presos políticos, antes del plazo de 90 días, como fue acordado el 20 de marzo pasado; y el respeto a los derechos y garantías ciudadanas.
"Se decidió suspender (la reunión) el día de hoy y mañana intentar recuperar ese consenso que se había logrado en respeto a la palabra empeñada en ambas partes a los testigos y acompañantes", añadió el dirigente opositor.
El jurista explicó que la propuesta consensuada "estaba en la línea de darle un impulso a la liberación de los presos políticos" y restablecer los derechos y garantías ciudadanas, tal como se acordó en la mesa de negociación.
La idea, agregó, era proceder a un acuerdo político que permitiera la liberación "de 296 ciudadanos que tienen causa abierta y no han sido capturados y todo lo relativo a la libertad de prensa".
Sin embargo, según Pallais, el Gobierno presentó una contrapropuesta en la que la liberación anticipada de los detenidos se hiciera fuera de la mesa de negociación, es decir, como una acción unilateral oficial.
Ninguno de los delegados del Gobierno brindó declaraciones a los periodistas al término del encuentro.
La Alianza Cívica, que es la contraparte del Gobierno de Daniel Ortega en la negociación, había supeditado volverse a reunir con el Ejecutivo hasta que este demostrara con hechos la voluntad que dice tener de cumplir con lo pactado en las conversaciones que se desarrollaron entre el 27 de febrero y el 3 de abril pasados.
Desde el inicio de las negociaciones el 27 de febrero pasado, diversos sectores de la oposición han sostenido que el presidente Ortega utiliza las discusiones para ganar tiempo en el poder y neutralizar eventuales sanciones de la comunidad internacional.
El Ejecutivo y la Alianza Cívica culminaron el pasado 3 de abril la negociación para superar la crisis sin acuerdos en temas de justicia y democratización, aunque dejaron la puerta abierta para seguir las conversaciones.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 568 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado