Estados Unidos otorgó solo 3 954 visas de inmigrante a ciudadanos cubanos, pero elevó ligeramente los visados para visitas familiares durante la primera mitad del presente año fiscal, indicaron reportes oficiales.
Las estadísticas divulgadas por el Departamento de Estado confirman la tendencia decreciente en la entrega de visas desde la reducción del personal diplomático en la Embajada de Estados Unidos en La Habana y la congelación del Programa de Reunificación de Familias Cubanas (CFRP), en septiembre de 2017. El informe abarca el primer semestre del año fiscal 2019, que comenzó el pasado 1 de octubre.
Un corresponsal del medio Cibercuba interrogó a un funcionario del Departamento de Estado sobre la reapertura del CFRP, pero este declinó referirse a cambios inmediatos para el procesamiento de solicitudes.
La paralización del CFRP y el traslado del procesamiento de las visas de inmigrante hacia Guyana, el pasado junio, han provocado una drástica disminución en los visados de cubanos que desean emigrar a Estados Unidos.
Las personas con casos abiertos para emigrar deben hacer sus citas de entrevista a través del Centro Nacional de Visas, que se encarga de programar la atención de cubanos en la embajada de Georgetown, Guyana.
Más de 20 000 reclamaciones familiares han quedado en un limbo durante los últimos 18 meses, mientras crece la inconformidad de los solicitantes a ambos lados del Estrecho de la Florida.
La situación ha provocado incluso protestas en Miami frente a las oficinas del senador cubanoamericano Marco Rubio, pidiéndole que interceda a favor de la reunificación de las familias. La agrupación Cubanos Unidos por la Reunificación Familiar ha liderado las manifestaciones, que se han extendido a campañas en las redes sociales.
Por más de dos décadas, Estados Unidos cumplió regularmente con la entrega anual de 20 000 visas de inmigrante a los cubanos, según los acuerdos establecidos en 1994 y 1995. Pero el compromiso se rompió por primera vez en 2018, cuando Washington apenas se acercó a los 10 000 visados en medio de una espiral de tensiones entre ambos gobiernos por los "ataques sónicos" y las afectaciones de salud a 26 diplomáticos estadounidenses.