Doce habitaciones y 13 baños tiene la mansión del cantante boricua Marc Anthony, que fuera propiedad de una heredera de la familia Bacardí y que la superestrella de la música latina compró en 2018 por 19 millones de dólares.
Pero eso no durará mucho tiempo, pues Marc la puso en venta, por la bagatela de 27 millones de verdes. ¿Quién podrá pagar tanto dinero por la mansión? De seguro habrá más de un comprador, pues la casa se ubica en Cocoplum, uno de los vecindarios más exclusivos de Florida, donde viven su ex, Jennifer López, y el prometido de ella, el beisbolista Alex Rodríguez.
La casa, diseñada por el arquitecto Rafael Portuondo, se inspira en las residencias de la Costa de Amalfi, en Italia, según indicó la compañía de bienes raíces que la ha puesto a la venta.
Entre sus atractivos cuenta con dos cocinas italianas hechas a medida y una exterior, que llaman “cocina de verano”. Tiene además un elevador comercial y una casita –es un decir– independiente, de dos cuartos y dos baños, para los empleados.
El terreno de 1.3 acres incluye una larga piscina junto a una galería de columnas y una pérgola, que recientemente llegaron a las noticias cuando Evelyn Lozada compartió unas imágenes en Instagram posando en la piscina.
Una de las ventajas de la casa es que tiene 480 pies de terreno frente a un canal con acceso al mar para las embarcaciones. Además, está localizada en un terreno de esquina que le brinda vistas por varios lados.
Marc Anthony, de 52 años, estrenó el 13 de noviembre una versión balada pop de su tema Un amor eterno, incluida en OPUS, que ganó este año el Grammy al Mejor Álbum Tropical, un premio que compartió con Aymée Nuviola y su disco A Journey Through Cuban Music.
Según El Nuevo Herald, la bisnieta y heredera del fundador de la casa Bacardí, Facundo Bacardí Massó, Hilda Bacardí, puso a la venta la mansión en 2016 y en ese entonces pedía 27,26 millones por la vivienda ubicada en 300 Costanera Road.
Sin embargo, el ganador de varios premios Grammy consiguió finalmente cerrar el trato por 8 millones por debajo del precio original.
El bisabuelo de Hilda Barcardí, un emigrante español, fundó en 1862 la compañía Bacardí, la primera multinacional cubana, pero su crecimiento se truncó en 1960, cuando Fidel Castro, tras tomar el poder, confiscó sus negocios y la familia tuvo que exiliarse.
Registros públicos muestran que la propiedad se vendió en 1994 en $3.9 millones. El comprador fue José Carbonell. Bacardí asumió la propiedad del terreno en el 2002 e Hilda Barcardí comenzó la construcción en el 2008.
