En el reporte anual de su Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del Departamento de Estado Norteamericano, se señala a Cuba como uno de los países con mayor índice de lavado de dinero, al ser uno de los destinos favoritos para el crimen organizado sobre dicha actividad delictiva, aunque también reconocieron la cooperación de La Habana contra el narcotráfico.
De acuerdo a las autoridades estadounidenses, un país es considerado como “importante” para el lavado de dinero cuando da entrada a instituciones financieras que realizan transacciones de divisas que involucran cantidades significativas de ingresos del tráfico internacional de narcóticos”.
En el informe de 2019 también se identifica a más de una docena de países como “importantes para el lavado de dinero”: Afganistán, Albania, Argelia, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Aruba, Azerbaiyán, Bahamas, Barbados, Bélgica, Belice, Benin, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Islas Vírgenes Británicas, Birmania, Cabo Verde, Canadá, Islas Caimán, China, Colombia, Costa Rica, Curazao, Chipre, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Georgia, Ghana, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Hong Kong Kong, India, Indonesia, Irán, Italia, Jamaica, Kazajstán, Kenia, Laos, Liberia, Macao, Malasia, México, Marruecos, Mozambique, Países Bajos, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Filipinas, Rusia, Senegal, Serbia, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Martín España, Surinam, Tayikistán, Tanzania, Tailandia, Trinidad y Tobago, Turquía, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Estados Unidos de América , Uzbekistán, Venezuela y Vietnam.
Respecto a la situación con la isla, en el informe se explica cómo, actualmente, Estados Unidos y Cuba, tienen acuerdos bilaterales para hacer cumplir las leyes de ambos países, así como la implementación de acciones conjuntas de control de drogas ilícitas.
Ambos gobiernos mantienen un total de 40 convenios de cooperación para el combate del narcotráfico, el más reciente firmado en 2016. Asimismo, la Embajada de Estados Unidos en la Habana tiene un enlace directo con la Guardia Costera norteamericana para la acción coordinada con la Isla, particularmente con la Guardia Fronteriza.
El informe también señala que Cuba, no representa un consumidor importante de drogas ilegales, así como no es señalado como productor o un punto de tránsito relevante de drogas. Una activa vigilancia policial, severas penas y un gran número de programas de prevención de adicciones, son señalados como algunos de los factores que contribuyen al bajo consumo en la isla.
De acuerdo al Departamento de Estado norteamericano, los traficantes regionales suelen evitar la isla, debido a la fuerte seguridad que rodea al país, lo que dificulta el mover la mercancía dentro y fuera del país.