Cuba: hambre y escasez en diciembre

Los cubanos viven por estos días otro mes de diciembre aciago por la escasez de alimentos básicos y los altos precios de otros. El fin de año no augura un 2023 mejor para las familias de la isla, que padecen el resultado de la baja inversión del régimen en el sector agropecuario y la inflación disparada por las medidas económicas de la llamada “Tarea Ordenamiento”.

Este mes la canasta básica vendida mediante la libreta de racionamiento se ha repartido “incompleta” y hay un incremento de los precios, tanto en el mercado informal como en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), advirtieron cubanos de la isla entrevistados por Radio Televisión Martí.

“No hay precedente en la historia para comparar lo que estamos viviendo en la actualidad. La carne de cerdo vale 400 pesos la libra; tres tomates te cuestan 200 pesos, y el Estado no se preocupa ni le interesa la actual situación”, dijo el periodista independiente Guillermo del Sol, residente en la ciudad de Santa Clara, en el centro del país.

En Pinar del Río, en el Occidente cubano, fue incompleta la entrega de productos subsidiados el primero de diciembre, según el activista José Rolando Cásares. “Este mes nada más dieron dos libras de arroz. Todavía la sal no llegó, y el azúcar que prometieron serán dos libras. El desabastecimiento sigue, totalmente”, aseguró.

Por su parte, Daniel Alfaro Frías, campesino usufructuario de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, manifestó: “La canasta básica este mes no trajo azúcar, y de granos lo que dieron fue un poquito de chícharos. Y la libra de cerdo hoy está a 350 pesos; no hay ni siquiera una calabaza para sancochar”.

De acuerdo con el testimonio de Leydis Tabares, alimentarse de forma adecuada es “imposible” en la ciudad de Camagüey: “Dieron dos libras de arroz y dos de azúcar; lo demás no llegó. Y de plato fuerte no hay nada que comprar. Un cartón de huevos está en 1500 pesos en la calle”.

Sin estimular la producción ni garantizarles los insumos a los campesinos, el régimen ha topado los precios de algunos alimentos de alta demanda.

Según dijo William Tamayo al medio citado, los comerciantes privados del mercado El Bosque, el principal de Banes, en Holguín, “están plantados desde el primero de diciembre por el tope de precios”, lo que ha aumentado la escasez de alimentos en ese poblado.

“Estamos sufriendo una dura hambruna. El gobierno quiso tomar una medida con estos cuentapropistas, que son la fuente de suministro de nuestros alimentos. Todo el mundo recogió su mercancía y se fueron para sus casas, y no están ofertando nada al pueblo. No se encuentra el frijol, ni el arroz, y la canasta básica cada vez es más reducida”, lamentó Tamayo.

La percepción de que “una hambruna” se cierne sobre la isla es compartida por Juan Alberto de la Nuez, residente en Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos. En esa localidad, ubicada en una zona arrocera, “actualmente el arroz está a cincuenta pesos, y los granos y demás productos están desaparecidos”.

De la Nuez afirma que tampoco hay viandas y “se está pasando una hambruna increíble en Cuba”.

Al respecto, la economista y opositora Martha Beatriz Roque advirtió, en declaraciones a Radio Televisión Martí: “Este país necesita restablecer una economía productiva, porque aquí hay una serie de productos esenciales que están perdidos del mercado, y otros son tan tremendamente caros que tampoco la gran mayoría de las personas tiene acceso a ellos”.

Pedro Monreal, Doctor en Economía y especialista de la Unesco, criticó a finales de noviembre la poca inversión del régimen de Cuba en agricultura y ganadería, entre otros sectores fundamentales, en contraste con el dinero inyectado a las actividades relacionadas con el turismo.

“La estadística oficial cubana confirma la continuación de una estructura muy deformada de la inversión, con servicios empresariales, inmobiliaria y alquiler (incluye turismo) mayor que la inversión combinada en industria, agricultura, y suministro de electricidad, gas y agua”, manifestó en Twitter Monreal, especialista del Programa de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco.