Activista Aurelio Cabrera de nuevo en prisión por no callar sus críticas al régimen

El activista opositor Aurelio Cabrera González fue devuelto a una cárcel en Cuba por no callar sus críticas al régimen del Partido Comunista, según denunció el 12 de noviembre el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).

Las autoridades revocaron a Cabrera González el beneficio de “libertad condicional” y lo trasladaron al penal Nieves Morejón, en la central provincia de Sancti Spíritus, de acuerdo con la información proporcionada al OCDH por el activista Juan Carlos González Leyva.

Según dijo González Leyva en un audio publicado por la ONG con sede en Madrid, el prisionero llevaba tres semanas detenido en el Vivac de Sancti Spíritus por gritarle consignas contra el Gobierno a un jefe de sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Aurelio Cabrera González, de 54 años, es miembro del Movimiento Cubano Reflexión, un grupo disidente dirigido desde la ciudad de Santa Clara por el opositor Librado Linares García.

Cabrera había sido excarcelado a mediados del presente año, luego de recibir en el 2021 una condena de 18 meses de privación de libertad por un supuesto delito de “desacato”. El OCDH denunció en marzo pasado que las autoridades penales le negaban auxilio médico a Cabrera González, quien se encontraba en ese momento preso, cumpliendo su sentencia.

Por su parte, el líder del Movimiento Cubano Reflexión, Librado Linares, había advertido recientemente en declaraciones a Radio Televisón Martí sobre el peligro de volver a prisión que corría su compañero.

“Lo están amenazando con revocarlo. Cualquier cosa que él haga, cualquier proyección, tiene una mayor incidencia porque están todas las instituciones provinciales y al mismo tiempo parece ser que, dentro del esquema represivo de la policía política, está en sus planes sacar de circulación a Aurelio”, dijo Linares García al medio citado.

Con respecto al caso de Aurelio Cabrera, el historiador y politólogo Oscar Grandío Moráguez manifestó en un hilo de Twitter: “Por cosas así es inviable e improcedente cualquier proceso de amnistía. Lo viable es [la] liberación inmediata e incondicional de personas presas políticas”.

Grandío Moráguez opina que, en Cuba, las “supuestas amnistías impondrían condicionantes para la liberación de las y los detenidos (…), que serían impresentables desde el derecho mismo, y restringirían aún más las exiguas oportunidades políticas de [los] liberados”.