El presidente de Sudán, Omar al-Bashir ha sido derrocado y arrestado después de casi 30 años en el poder, según conformó el Ministro de Defensa Awad Ibn Ouf en la televisión estatal del país africano.
El ministro dijo que el ejército había decidido supervisar un período de transición de dos años, tras lo cual llamarían a elecciones.
También acusó al depuesto gobernante de "mala gestión, corrupción y ausencia de justicia"— según la cadena británica BBC.
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Las protestas contra al-Bashir— sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, que lo acusa de crímenes de guerra y de lesa humanidad— se han extendido durante varios meses.
Miles de manifestantes marcharon en Jartum, capital de Sudán, celebrando la caída del mandatario— de acuerdo con la agencia Reuters.
Las protestas que terminaron con su derrocamiento fueron provocadas por un aumento en el costo de la vida, y derivaron en la petición de que el gobernante abandonara su cargo.
En el comunicado oficial los militares anunciaron que la constitución de Sudán quedaba suspendida, los cruces fronterizos cerrados hasta nuevo aviso y el espacio aéreo también, durante 24 horas.