Un aumento de los solicitantes de asilo cubanos, acostumbrados al tratamiento preferencial bajo las políticas de migración de EEUU, está siendo detenido en un esfuerzo de las autoridades norteamericanas por contener la emigración procedente de Centroamérica, señaló este viernes The Wall Street Journal.
Un reportaje del diario norteamericano muestra cómo miles de migrantes cubanos han estado varados durante meses en ciudades violentas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, tratando de solicitar asilo en los Estados Unidos incluso después que la administración Trump haya impuesto más restricciones a los solicitantes de asilo.
Según las cifras de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, en los primeros nueve meses del año fiscal 2019 que finalizó en septiembre, más de 16,100 inmigrantes cubanos solicitaron la admisión en los puertos de entrada de EEUU. El aumento dobla el número del año fiscal completo anterior y también está por encima de los niveles de todo el año 2017.
Grandes grupos de cubanos también se han quedado atrapados cerca de la frontera de México con Guatemala, mientras esperan permisos que les permitan continuar su viaje hacia el norte. Otros miles han sido detenidos dentro de México y deportados. En la ciudad sureña de Tapachula, el centro de detención más grande de México, los detenidos cubanos se amotinaron y organizaron varias escapadas.
“Este es un momento terrible para los migrantes cubanos. Hay desesperación y alarma por las últimas medidas ", dijo al WSJ Yaimí González, una cubana de 41 años que huyó de Cuba hace tres meses.
González es miembro del grupo opositor Damas de Blanco, fundado por familiares de disidentes encarcelados en Cuba. Ella es una de los aproximadamente 5,000 inmigrantes cubanos en Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera con El Paso, Texas, que están en una lista de espera para una entrevista de asilo en los Estados Unidos.
Los analistas dicen que la migración cubana se ha disparado en parte como resultado del intento del presidente Trump de aumentar la presión económica sobre el régimen cubano. Un incipiente sector privado cubano que atiende a turistas estadounidenses se vio gravemente afectado por la decisión de la administración Trump de prohibir que los cruceros con sede en EEUU viajen a Cuba así como las recientes restricciones al envío de remesas a la isla.
Cubanos devueltos en Matamoros y Ciudad Juárez
En las últimas dos semanas, las autoridades migratorias de EEUU devolvieron a México, a través del enlace fronterizo de Matamoros, estado de Tamaulipas, a más de 800 migrantes cubanos y centroamericanos. Los migrantes deberá n esperar en México la cita para hacer su solicitud de asilo político.
Como mismo ocurrió antes en Nuevo Laredo, una ciudad del mismo estado a 350 kilómetros al noroeste, los migrantes son retornados en grupos de entre 50 y 100 personas de forma casi diaria y con una fecha para solicitar asilo ante un juez estadounidense, una cita a la que muchos no saben si podrán acudir.
Más de 70 personas, en su mayoría centroamericanos y cubanos, atravesaron el jueves el puente fronterizo entre Estados Unidos y México en silencio, con la cabeza baja, sus documentos en una bolsa de plástico transparente y el semblante preocupado. Unos tenían dudas sobre cómo vivirán los dos próximos meses hasta su cita con un juez estadounidense. Otros pensaban en volver a casa, reportó AP.
"Es una estrategia para que tengamos miedo y no regresemos", dijo uno de esos migrantes sobre el acuerdo entre el gobierno de Donald Trump y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, que establece la espera de las personas en ese país o en un tercero, Guatemala.
Enrique Maciel Cervantes, director del Instituto Tamaulipeco para el Migrante (ITM), dijo que el Instituto Nacional de Migración (INM) ofreció a los migrantes ser devueltos a sus países de origen, a lo que se opuso la mayoría, según reporta El Diario de Ciudad Victoria.
De acuerdo con ese funcionario, de los 800 migrantes devueltos desde EEUU solo 138 aceptaron ser deportados. El resto, cubanos la mayoría, está alojado en casas de acogida de migrantes como la San Juan Diego y San Francisco de Asís, de la Diócesis de Matamoros, entre otras instituciones religiosas que les han dado refugio.
No obstante, los primeros turnos para las entrevistas de solicitud de asilo político han sido otorgados para fines de septiembre próximo, por lo que su estadía allí podría tomar varios meses.
Matamoros solía ser un punto de tránsito seguro hacia EEUU para los emigrantes cubanos, a diferencia de cruces fronterizos más difíciles y peligrosos, como Ciudad Juárez. No obstante, las medidas de la Administración de Donald Trump para contener la migración han afectado esa situación.
La mayoría de los cubanos que se encuentran en la zona esperando por una cita ante las autoridades migratorias estadounidenses ha decidido buscar empleo para poder sostener su estancia, con la esperanza de ser aprobados como asilados políticos y admitidos en EEUU.
En uno de los cambios más drásticos de la política migratoria de Washington en los últimos años, desde enero, Estados Unidos ha devuelto a más de 20.000 solicitantes de asilo a México para que esperen allí la resolución del proceso, empezando por Tijuana y extendiendo los puntos de cruce hacia el este.