El exfutbolista Mauricio ‘Chicho’ Serna, junto a María Isabel Santos Caballero y Juan Sebastián Marroquín Santos, viuda e hijo del capo colombiano Pablo Escobar, fueron llamados a juicio en Argentina por supuestamente lavar dinero al narcotraficante José Bayron Piedrahita Ceballos, cuyo testimonio fue clave para este proceso.
La decisión fue tomada por el juez federal Néstor Barral donde cita, además, a varios argentinos por lavar en Buenos Aires dinero del narcotraficante, entre los cuales se encuentran el abogado Mateo Corvo Dolcet con su esposa María de los Ángeles Verta, su contadora María Gabriela Sánchez, Antonio Pedro Ruiz y Esteban Adrián Delrio.
El narcotraficante Piedrahita Ceballos confesó todo a cambio de una reducción de pena de cinco años de prisión y una multa de $165 millones de pesos argentinos (2,4 millones de dólares).
Según el documento judicial, Piedrahita Ceballos declaró como “imputado colaborador” a finales del año pasado; y declaró que todos los investigados por el juez Barral sabían del origen de los fondos que se “legalizaron” en varios negocios en Buenos Aires.
Según Piedrahita Ceballos, logró entrar a la economía legal argentina unos USD $3.081.164 y $1.713.035,15 pesos argentinos, a través de acciones ilegales por medio de los laboratorios de cocaína de los carteles de Cali, que pertenecían a los hermanos Rodríguez Orejuela en la década de los 80.
“Yo no tuve vínculo laboral con el cartel de Medellín, pero mis hermanos sí. Por esa razón Pablo Escobar los asesinó. Eso fue en el ‘87. A Sotelo lo desapareció y a Oscar lo colgó de un puente”. “Entonces me llegó la noticia de que Pablo iría por mí para asesinarme. Ahí decidí refugiarme en Cali, donde hice amistad con los Rodríguez Orejuela, con los que trabajé como proveedor de cocaína y con los que combatí a Escobar”, confesó Piedrahita Ceballos.
Según investigaciones, el narcotraficante Piedrahita Ceballos lavó el dinero por medio de los proyectos que llevaba a cabo el abogado Corvo Dolcet, quien conoció por medio de María Isabel Santos Caballero y Juan Sebastián Marroquín Santos (Juan Pablo Escobar Henao), identidades con las que se refugiaron en Buenos Aires en 1994, luego de que muriera el exlíder del cártel de Medellín a manos del “Bloque de Búsqueda”.
Al parecer, la viuda y el hijo de Pablo Escobar obtuvieron una comisión del 4,5% de las inversiones hechas por el narcotraficante. Razón suficiente por el cual los fiscales argentinos entendieron que ellos “efectuaron un aporte de carácter esencial para el cumplimiento de los objetivos criminales de Piedrahita Ceballos".
Por otro lado, Carlos Mario Aguilar, exjefe de la Oficina de Envigado y brazo armado del cártel de Medellín, usaba al exjugador ‘Chicho’ Serna para que el narcotraficante Piedrahita obtuviera sus propiedades (casas y autos), inyectando fondos en los proyectos liderados por Corvo Dolcet.
Piedrahita, con cuentas pendientes en Colombia, llegará en libertad al juicio en Argentina que se llevará a cabo el próximo año, donde el tribunal sólo deberá homologar el acuerdo con la Fiscalía. En cambio, la viuda y el hijo de Escobar y sus cómplices argentinos podrían ser condenados a pasar varios años en prisión.
