La presentadora de CNN Christiane Amanpour se disculpó durante su programa este lunes 16 de noviembre por haber comparado anteriormente los años de gobierno del republicano Donald Trump con la “Noche de los cristales rotos” o Kristallnacht (en alemán), una acción que motivó que muchos solicitasen su renuncia o despido inmediato.
“Observé el aniversario 82 de la Kristallnacht, como hago a menudo. Es el evento que inició los horrores del Holocausto. También noté los ataques del presidente Trump a la historia, los hechos, el conocimiento y la verdad”, dijo Amanpour sobre su comparación.
“No debería haber yuxtapuesto los dos pensamientos. Hitler y sus males están solos en la historia, por supuesto… Lamento el dolor que haya causado mi declaración”, agregó la presentadora, cuya comparación fue criticada por la comunidad judía y políticos de renombre en Estados Unidos como el senador republicano Marco Rubio.
El 13 de noviembre, el legislador de origen cubano repudió en Twitter la analogía de Amanpour. “Un vistazo a lo que realmente piensan muchas de las personas que controlan las grandes corporaciones, los medios de comunicación y Hollywood. Que los más de 72 millones de estadounidenses que votaron por Trump son partidarios del equivalente moderno de los nazis”, escribió Rubio, al tiempo que compartió el polémico fragmento del programa de la presentadora, correspondiente al pasado 12 de noviembre.
Ese día, en el segmento de apertura de su programa diario de entrevistas sobre asuntos globales, Amanpour comenzó recordando que 82 años atrás ocurrió la Kristallnacht”, “el disparo de advertencia de los nazis en la proa de nuestra civilización humana que llevó al genocidio contra toda una identidad”.
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En ese evento represivo fomentado por los nazis fueron incendiadas más de 1 400 sinagogas e instituciones judías en Alemania y Austria, a la vez que se quemaron libros y piezas de arte judía. “Esa torre de libros en llamas llevó a un ataque a los hechos, el conocimiento, la historia y la verdad”, subrayó la presentadora de CNN en su relato al respecto.
Su análisis inicial coincidió con el del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos, entidad que precisó que “la Kristallnacht fue un punto de inflexión en la historia del Tercer Reich, marcando el cambio de la retórica y la legislación antisemitas a las violentas y agresivas medidas antijudías que culminarían con el Holocausto”.
Sin embargo, Amanpour fue mucho más allá y comparó las fuerzas detrás del notorio evento histórico con la administración estadounidense actual. “Después de cuatro años de un asalto moderno a esos mismos valores por parte de Donald Trump, el equipo de Biden/Harris promete un regreso a las normas, incluida la verdad”, dijo la presentadora, faltando al principio periodístico del equilibrio informativo y el no posicionamiento explícito y tendencioso en favor de una agenda política determinada.
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Su comparación, además de por Rubio, fue también criticada por el exmiembro del Partido Brexit del Parlamento Europeo Ben Habib en Twitter, quien cuestionó por qué se toleraba este tipo de prejuicio en los principales medios de comunicación. “Basura de tercera categoría”, sentenció.
El embajador Dani Dayan, excónsul general de Israel en Nueva York, fue uno de los que incluso pidió la renuncia o el despido inmediato de la presentadora por su irrespetuosa comparación, la cual consideró “una negación del Holocausto”.
“La tonta comparación que hizo Amanpour entre Kristallnacht y Trump tuvo que provocar su despido inmediato de CNN. No hay inmunidad contra la negación del Holocausto”, demandó Dayan, también en la red social del pájaro azul.
Tras la ola de indignación de Israel y prestigiosas personalidades fue que llegaron las disculpas de la periodista, demandadas explícitamente por funcionarios israelíes.
El ministro de Asuntos de la Diáspora de la nación judía, Omer Yankelevitch, dijo que la red de noticias de Estados Unidos “debería ser un socio en el esfuerzo global para combatir el antisemitismo y no avivar el fuego”.
“Usar la memoria del Holocausto para titulares baratos o una agenda política es preocupante y distorsiona la verdad histórica y moral”, dijo Yankelevitch, citado por The Jerusalem Post.