El secretario general de la ONU, António Guterres, dio este viernes el apoyo de ese organismo para realizar una auditoría de unas cuestionadas elecciones presidenciales en Bolivia, y ofreció la asistencia de Naciones Unidas al proceso.
El apoyo de Guterres surge a raíz de las serias dudas sobre la confiabilidad de los resultados y, consecuentemente, sobre el triunfo de Evo Morales, que ha sido oficializado hoy viernes.
Guterres dijo que tanto el Gobierno boliviano como la propia OEA han comunicado a la ONU que esa revisión del proceso va a tener lugar en la OEA, tras las protestas en el país surgidas a partir de las denuncias de fraude electoral.
"Nosotros apoyamos plenamente la auditoría. Estamos a disposición de la Organización de Estados Americanos en caso de que necesiten algún tipo de experiencia que podamos ofrecer", señaló.
El diplomático portugués confió en que esta iniciativa conduzca a una "solución positiva" y urgió tanto al Gobierno como a la oposición a "mantener la máxima contención".
Guterres recibió este viernes en la sede de Naciones Unidas al canciller boliviano, Diego Pary, quien llegó a Nueva York tras haber pasado por Washington, donde acudió a la OEA para defender la limpieza del proceso electoral.
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"Estamos dispuestos a que el proceso (de auditoría) inicie", sostuvo Pary, pero agregó que "en Bolivia los resultados que se reconocen son los que emite el Tribunal Supremo Electoral".
Dicho ente cerró el conteo de votos este viernes, y declaró oficialmente al presidente de Bolivia, Evo Morales, como el ganador en primera vuelta, con el 47,8 por ciento de los votos a su favor, mientras que el opositor Carlos Mesa obtuvo el 36,51 por ciento.
Esta diferencia del 10,57 por ciento le es suficiente al mandatario para ganar en primera vuelta, tal como lo exige la ley.
Pero la forma en que se transmitieron unos resultados parciales entre el domingo y el lunes es en gran medida el origen de las sospechas, porque primero auguraban una segunda vuelta entre Morales y Mesa, quedaron horas paralizados y de repente daban el triunfo en primera al presidente.
A raíz de eso, el descontento ciudadano contra lo que consideran un fraude del oficialismo se ha hecho sentir desde entonces, y las protestas y llamados a huelga han arreciado con los días.
Universitarios bolivianos protestaron ayer jueves contra el resultado que ya marcaba una tendencia ganadora de Morales. Los estudiantes chocaron con la policía en escaramuzas y brotes de violencia.
“Esto no es Cuba, tampoco Venezuela. Esto es Bolivia y Bolivia se respeta”, dijo un estudiante, en la entrada de la universidad pública más grande de La Paz.
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“Resistencia, resistencia”, cantaban los jóvenes mientras soportaban la represión de la policía, que disparó gases lacrimógenos para intentar dispersarlos, reportó el sitio de noticias Infobae.
“En Bolivia estamos empezando una crisis. Somos jóvenes que estamos estudiando pero de qué nos va a servir estudiar si el día de mañana no vamos a tener un título universitario, si el día de mañana ni siquiera nos pueden dar trabajo. Hasta la OEA dijo que sería recomendable ir a una segunda vuelta”, manifestó una joven.
“Esto no es por plata. Esto es porque queremos que Bolivia se respete”, dijo otro muchacho ante las cámaras.
Por su parte, el candidato opositor Carlos Mesa reiteró que no reconocerá los resultados, dado que sufrieron una “alteración vergonzosa y grosera” y pidió que la gente siga en las calles.
Miles de personas se manifestaron también el jueves en el bastión de la oposición boliviana en Santa Cruz, rechazando los resultados electorales.
El presidente boliviano, que defiende su victoria, retó este viernes a la comunidad internacional a demostrar "voto a voto" la manipulación de resultados. Ha recibido el respaldo de aliados políticos como Cuba, Rusia y Venezuela.