Corea del Sur fue elogiada por su acción rápida y efectiva para contener el coronavirus: en poco tiempo logró reducir las nuevas infecciones y estuvo entre los primeros países en comenzar a reabrir su economía y su vida social.
Pero ahora vuelve a enfrentarse a un brote de contagios. Hasta este 13 de mayo, el país asiático había reportado 119 casos de Covid-19 ligados al distrito capitalino de Itaewon, un próspero vecindario repleto de bares, restaurantes y discotecas donde tiene lugar también la discreta vida social del colectivo LGTBQ en la ciudad.
Las autoridades activaron las alertas después de que se confirmara que un joven de 29 años dio positivo por Covid-19 tras haber visitado cinco locales de Itaewon entre el 1 y 2 de mayo.
"El caso rápidamente creció hasta convertirse en un nuevo foco, afectando no solo a aquellos que estuvieron en Itaewon, sino también a cerca de 30 [personas] que se contagiaron por transmisión secundaria", informó la agencia surcoreana Yonhap este miércoles.
Entre los casos, se encuentra el de un maestro de 25 años de Incheon, en el oeste de Seúl, que se cree que transmitió la enfermedad a ocho personas de una escuela privada, incluyendo a seis estudiantes.
Y también el de un adolescente de la capital surcoreana que dio positivo después de visitar un karaoke de la popular zona.
Organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de la comunidad LGTBQ advirtieron que la discriminación contra el colectivo se ha disparado a raíz del caso, mientras crecen los temores de que la homofobia enraizada en la sociedad se vuelva un obstáculo para controlar el brote.
Según BBC, las autoridades han localizado y realizado pruebas a más de 22 mil personas ligadas al foco en Itaewon, pero siguen tratando de ubicar a más ciudadanos que pudieron haber estado en algunos de los nueve bares o clubes que forman parte de la investigación.
Las dificultades para localizar a algunos de estos ciudadanos se multiplicaron por las condiciones en las que viven los homosexuales en Corea del Sur: suelen ocultar su orientación sexual para evitar represalias y generalmente dan teléfonos e identidades falsas cuando acuden a clubes gays.
Tras el repunte de los casos, un medio local ligado a la Iglesia evangélica fue el primero en comenzar a asociar la homosexualidad con el nuevo brote. Desde entonces, otros medios también se sumaron a recalcar la orientación sexual del joven que visitó los bares y a cuestionar los lugares que visitó por ser espacios de reunión para la comunidad LGTBQ.
Pero la situación llegó a otro nivel luego de que la prensa surcoreana informara que otro hombre contagiado con Covid-19 había estado en una sauna gay en Gangnam, el centro exclusivo y moderno de Seúl.
Desde entonces, la discriminación contra personas homosexuales se ha disparado en el país, según denuncias de Chingusai ("Entre amigos"), un grupo que aboga por los derechos de los hombres gays.