Muere de Covid-19 cabecilla del cártel Los Zetas

Conocido como el Gordo May, cumplía una sentencia de 37 años, además de otras fechorías, por decapitar a 12 personas en la ciudad de Cancún
Los doctores aseguran que el sobrepeso agravó su estado
 

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Moisés Escamilla, conocido como “El Gordo May”, líder de zona del cártel Los Zetas, murió en el penal de Puente Grande, en el central estado de Jalisco, por coronavirus. Estaba preso por decapitar a 12 personas en la ciudad turística de Cancún.

Los médicos confirmaron que desde el 6 de mayo Escamilla May presentó problemas respiratorios y un cuadro sintomático que concuerda con el de la Covid-19. Por tal motivo, fue ingresado en el área médica del reclusorio y falleció el 8 de mayo.

El asesino tenía 45 años y no padecía enfermedades que comprometieran su sistema inmune. Sin embargo, tenía sobrepeso.

Escamillas estaba preso en Jalisco desde 2008 y se lo consideraba un recluso de alta peligrosidad. Antes de entrar a la cárcel, era líder de la banda regional Zetas Vieja Escuela.

Se encargaba de la distribución de cocaína en Cancún, y contaba con un grupo de informantes, integrado por policías municipales y civiles. Se le dictó una condena de 37 años por delincuencia organizada y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Según la Secretaría de Salud de Jalisco, en la cárcel se reportaron 74 casos de SARS-CoV-2, de los cuales dos ya están recuperados.

No sólo los presos dieron positivo a la enfermedad; las autoridades de salud local también reportaron que hay un custodio fallecido por Covid-19 y nueve infectados más. Uno de ellos se reporta como grave y está conectado a un ventilador mecánico en la clínica 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Pese a que las autoridades de seguridad y de salud implementaron mecanismos de bioseguridad en el penal desde el 22 de marzo, la enfermedad se manifestó el 27 de abril.

Cabe mencionar que el estado fue de los primeros en adoptar medidas drásticas para cuidar de sus habitantes. Por ejemplo, en el penal ya estaban prohibidas las visitas familiares desde antes que se declarara la Fase 2 de la contingencia.


El control fue tal dentro de la población de la cárcel que cuando el primer custodio resultó muerto, ya se tenía conocimiento de que el brote inicial de coronavirus fue de 28 internos asintomáticos. No obstante, la enfermedad ya alcanzó al personal administrativo.

La clínica 110 del IMSS, destinada exclusivamente para la atención de las personas que padecen de coronavirus, atendió a estos trabajadores del sector penitenciario quienes acusan que las instalaciones no estaban preparadas para enfrentar el problema sanitario.

Hasta el momento, el saldo del coronavirus en México es de 35 mil 22 casos acumulados desde el 27 de febrero y tres mil 465 decesos. De acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Salud anunciado el 10 de mayo durante la conferencia vespertina en Palacio Nacional.

 

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