El "narcosubmarino" incautado la pasada semana en Perú llevaba más de una tonelada de clorhidrato de cocaína, muy probablemente hacia Norteamérica, y en su interior viajaban dos colombianos, un mexicano y un ecuatoriano, informaron este jueves a Efe fuentes de la Armada peruana.
El peso de la droga fue finalmente de 1.137 kilos de cocaína, calculada este miércoles en el puerto de Paita, en el norte de Perú, a donde fue transportado el semisumergible interceptado el pasado sábado a 178 millas de la costa por la patrullera de la Armada peruana Río Piura.
Es la primera vez que las autoridades peruanas decomisan un vehículo de este tipo, diseñado para trasladar un cargamento cuyo valor en los Estados Unidos puede rondar los 60 millones.
La embarcación, de unos 15 metros de eslora y 2,3 metros de manga, no tiene capacidad de sumergirse, pues al parecer se trata de una nave de recreo que fue modificada con una cubierta nueva y rasa para que fuese conducida desde el interior del casco, donde iban los narcotraficantes junto a la droga que transportaban.
Lea también
Así, sin apenas elementos que sobresalieran de su línea de flotación más allá de una pequeña escotilla y unos respiraderos, el semisumergible era casi imperceptible a la vista en alta mar.
La nave es de fibra de vidrio y fue modificada en algún astillero clandestino, probablemente de la costa peruana, con la ayuda de ingenieros contratados por los cárteles del narcotráfico, según indicaron las mismas fuentes de la Armada.
Se trata de un vehículo muy similar al decomisado hace menos de tres semanas por la Guardia Civil de España en las costas de Galicia, con unas tres toneladas de cocaína en su interior.
Durante la interceptación del semisumergible, la patrullera de la Armada peruana también abordó un pesquero con diez ecuatorianos que se aproximaba al "narcosubmarino" "con actitudes sospechosas".
Al encontrarse sin autorización en las aguas jurisdiccionales de Perú, los miembros de la Armada retuvieron la embarcación de pesca y detuvieron a sus tripulantes.
Lea también
Perú es, después de Colombia, el segundo productor mundial de cocaína con no menos de 400 toneladas al año, según las últimas estimaciones oficiales.
La mayoría de la cocaína producida en Perú procede del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), una extensa zona de selva montañosa en la vertiente oriental de los Andes que ocupa territorios de cuatro regiones, y está militarizada por encontrarse allí también el último remanente del grupo armado Sendero Luminoso.
El VRAEM concentra prácticamente la mitad de las casi 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca, la materia prima para elaborar la cocaína, que fueron registrados en Perú por el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Los principales métodos para la exportación de la cocaína producida en Perú son el sabotaje de los contenedores de mercancías en los puertos del Callao y de Paita, y las "narcoavionetas" procedentes de Bolivia que aterrizan en pistas clandestinas de la selva para llevarse grandes cargamentos.