El papa Francisco impuso la "dimisión del estado clerical" al excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, quién está acusado por la Fiscalía de cometer abusos sexuales a menores, informaron este lunes fuentes eclesiásticas.
"El Santo Padre Francisco ha impuesto la dimisión del estado clerical 'ex officio et pro bono Ecclesiae' a Oscar Muñoz Toledo, por los delitos de abuso sexual de menores", señaló el Arzobispado de Santiago en un comunicado.
El decreto fue emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede y le fue comunicado este lunes a Muñoz, agrega el escrito.
El Ministerio Público de la región de O'Higgins (sur) acusa a Muñoz por cuatro delitos de abuso sexual de menores y uno de estupro, y pide para él penas que superan los 20 años de cárcel.
La Iglesia católica chilena vive desde 2018 la peor crisis de su historia por presuntos delitos sexuales contra niños, niñas, adolescentes y adultos, cometidos por clérigos, religiosos y laicos relacionados con el clero.
La Fiscalía Nacional da cuenta de 164 causas vigentes, que involucran a 220 personas investigadas y a 246 víctimas, de las cuales la mitad son niños, niñas y adolescentes.
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Con el objetivo de enfrentar el daño producido por los abusos causados por miembros de la Iglesia, el Arzobispado de Santiago determinó crear la "Delegación para la Verdad y la Paz", para coordinar las denuncias, acompañar a las víctimas, realizar las investigaciones pertinentes y colaborar con las instituciones.
Tras el anunció hoy del papa, este organismo reiteró su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia para quienes hayan sido dañados por alguno de los miembros del clero de la Iglesia de Santiago.
El año pasado, el diario chileno La Tercera publicó el testimonio de una de las personas que denunció a Muñoz.
En el escrito, el denunciante detalló las circunstancias en las que se aprovechó el cura para abusar de él, que hoy tiene 18 años, desde que era menor de edad, como uno de sus acólitos en la Parroquia Inmaculada Concepción de Maipú.
Señaló que los abusos comenzaron en 2014, cuando él tenía 15 años.
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"Al principio nos dábamos la mano, luego abrazos largos, para entonces comenzar a saludarme de besos y correr la cara (...) para mí era como normal lo de los besos y abrazos largos, ya que esto también se lo hacía a los otros jóvenes a quienes guiaba", relata.
Un año más tarde, en 2015, "nos fuimos a un retiro en la casa ignaciana de Padre Hurtado (...) dijo que me acostara y me comenzó a dar besos en la boca, me preguntaba si yo estaba excitado, yo le decía que no".
El joven señaló a la Justicia que nunca había tenido experiencias sexuales, pero en febrero de 2017 fue violado por primera vez por Muñoz, lo que se repitió "al menos una vez al mes durante 2017".
"Traté muchas veces de alejarme del padre, le decía que ya no quería que fuera mi guía espiritual, pero él me decía que nunca más me haría nada, pero a la vez siguiente que nos veíamos volvía a hacerme lo mismo", sostuvo, de acuerdo con el reporte de La Tercera.