El principal monumento de Brasil, el Cristo Redentor, de Río de Janeiro, se "vistió" de médico este domingo 12 de abril para homenajear a los especialistas de la salud en medio de la pandemia del coronavirus.
La estatua de 38 metros que ampara con los brazos abiertos a la ciudad más turística de Brasil, fue también el centro de una misa, en un momento en el que las iglesias están cerradas y las misas públicas restringidas.
El cardenal de Río de Janeiro, Orani Tempesta, realizó el oficio a los pies del monumento, que posa sobre el cerro Corcovado, a 709 metros sobre el nivel del mar y desde donde se ve una de las mejores vistas de la bella Bahía de Guanabara.
Poco antes de esa ceremonia, el rector del Santuario del Cristo Redentor, Omar Raposo, bendijo a los habitantes de Río de Janeiro desde un helicóptero en el que sobrevoló la ciudad por cerca de una hora.
Las proyecciones incluyeron las banderas de los países más afectados por la pandemia, como España, Italia, China, Estados Unidos y el propio Brasil, que debe entrar en su peor momento de contagio en las próximas semanas, con un pico en mayo, según informes del ministro de Sanidad, Luiz Henrique Mandetta.
El homenaje incluyó mensajes importantes como “Gracias” y “Esperanza” escritos en varios idiomas; las frases: “Todo va a estar bien”, y “Quédense en casa, por nosotros, por todos. Estamos juntos”. Esta última provoca polémica en Brasil, donde el presidente, Jair Bolsonaro, recomienda lo contrario, que todos los que no estén en grupos de riesgo, salgan a trabajar para mantener la economía.
Bolsonaro, que nada contracorriente, salió varias veces esta semana, provocando aglomeraciones en las calles de Brasilia. En una de esas salidas fue grabado secándose la nariz con la mano, que luego le extendió a una anciana que lo seguía. Sus correligionarios salieron este fin de semana en protestas para apoyarlo, contra las recomendaciones de políticos y gobernadores.
En una entrevista concedida a la cadena Globo, Luiz Henrique Mandetta, ministro de Sanidad que casi fue despedido por Bolsonaro la semana pasada, pidió unión y dio un discurso único en el Gobierno para pedir que las personas se queden en sus casas y respeten la cuarentena dispuesta por 20 de los 27 gobernadores del país, en abierta oposición al presidente.
Según los últimos datos oficiales, difundidos el domingo, Brasil ya tiene 22 mil 169 casos confirmados y mil 223 muertes. Mientras Mandetta advierte que lo peor está por llegar, Bolsonaro declaró el domingo, sin presentar estudios, que Brasil ya entró en una tendencia de baja de la epidemia.