Los pulmones de los primeros pacientes diagnosticados en Italia con el Coronavirus de Wuhan quedaron muy deteriorados, según se aprecia en imágenes divulgadas este 16 de marzo por un estudio médico del país europeo.
La investigación reveló las radiografías y tomografías que evidencian el deterioro en los pulmones de los dos primeros pacientes diagnosticados con el en COVID-19 en Italia, un hombre y una mujer italianos mayores de 65 años y residenciados en Wuhan (China), pero que viajaron a su país de origen para sus vacaciones.
En las imágenes es posible ver cómo el virus reduce el espacio funcional de los pulmones. Según el estudio, la infección hace que los espacios cruciales para el aire se llenen de pus, sangre o agua. Al momento de publicar las radiografías, ambos pacientes se encontraban en condición crítica pero estable.
Los autores del estudio destacaron además, que “los vasos sanguíneos que llevan la sangre del corazón a los pulmones, para oxigenarla, se estaban agrandando. Este aumento de tamaño, conocido como hipertrofia, reduce el espacio para el aire y causa la dificultad para respirar”.
Según ha referido la Organización Mundial de la Salud el 80% de los infectados por Coronavirus desarrollará síntomas leves (fiebre, tos y, en algunos casos, neumonía), el 14% síntomas severos (dificultad para respirar y falta de aire) y un 6% sufrirá una enfermedad grave (falla pulmonar, choque séptico, fallo orgánico y riesgo de muerte).
Pulmones bajo asedio
La pandemia de COVID-19 se ha expandido por alrededor de 150 países con más de 180 mil infectados y más de siete mil 500 muertos. “Es principalmente un virus respiratorio”, explicó a BBC Mundo William Schaffner, profesor de Medicina Preventiva y Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, en Estados Unidos.
El experto subrayó que cuando el Coronarirus entra en el cuerpo -ya sea por la boca, la nariz o los ojos-, “se sujeta a las células de la mucosa del fondo de la nariz y la garganta. Cuando esto ocurre, el cuerpo se da cuenta de que el virus está allí y produce una respuesta inflamatoria para tratar de combatirlo. Por eso es que empezamos a sentir un poco de dolor de garganta y es posible que sintamos la nariz tapada”, explicó Schaffner.
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Según indica el profesor estadounidense, el virus va hacia los conductos bronquiales (las vías respiratorias que llegan hasta los pulmones) y produce una inflamación en las mucosas, que da tos. El cuerpo continúa peleando contra el virus y, como consecuencia, aparece la fiebre.
La complicación radica en que si el virus “deja el conducto bronquial y llega a los pulmones, causa neumonía. Si una porción suficiente de tejido pulmonar está afectada, al paciente le resultará más difícil respirar”.
La hospitalización en este punto debe ser inmediata ya que el cuerpo no puede recibir oxígeno suficiente y posiblemente sea necesario la conexión de un respirador.