Las autoridades chilenas informaron que en las últimas 24 horas se registraron 81 muertes y cuatro 664 nuevos contagios de Covid-19, lo que eleva el balance total a 118 mil 292 infectados y mil 356 fallecidos y evidencia que el país está lejos de superar la pandemia.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, explicó en rueda de prensa que el gran foco de la pandemia sigue siendo Santiago, donde se contabilizan más de un millar de muertos, y aseguró que ahora mismo el principal reto es aumentar la trazabilidad de los casos.
“Nuestro foco fundamental, además de aumentar los test, además de aumentar los ventiladores, es generar una plataforma que nos lleve a recuperar en la región metropolitana una trazabilidad de al menos el 80 % de los casos (...) porque hoy en día estamos en un 60 % y eso es insuficiente”, afirmó Mañalich.
Junto al número de nuevos casos y fallecidos, en las últimas 24 también aumentó hasta mil 496 el número de pacientes ingresados en cuidados intensivos, de los cuales mil 261 necesitan ventilación mecánica.
“Quédese en su casa, salga la mitad de lo que salía la semana pasada, lávese las manos obsesivamente y use mascarilla siempre salvo que esté solo”, pidió el ministro.
A diferencia de otros países vecinos como Perú o Argentina, Chile descartó inicialmente el confinamiento total de la población y optó por aislar las comunas (barrios) con más contagios, pero se vio obligado a dar un giro tras el explosivo aumento de casos y decretar una megacuarentena en la capital.
La medida, en vigor desde el pasado 15 de mayo, mantiene confinados a cerca de 7 millones de personas y se extenderá al menos hasta el 12 de junio, aunque no se descartan nuevas prórrogas debido a que el virus parece no remitir.
Según la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), el confinamiento no se está cumpliendo y la movilidad en la capital se ha reducido solo un 30%.
Chile, con cerca de 650 mil exámenes, es uno de los países que más pruebas PCR realiza en la región, se encuentra bajo estado de excepción, con toque de queda nocturno, con colegios, universidades y fronteras cerradas desde mediados de marzo, así como la mayoría de los comercios que no sean de primera necesidad.