Los representantes legales del empresario colombiano Alex Saab, acusado por Estados Unidos de ser testaferro de Nicolás Maduro, aseguraron que su defendido se encontraba como enviado especial de Venezuela para negociar combustible y suministros humanitarios, escasos en la nación suramericana.
“El enviado Especial Saab es la pieza clave para Estados Unidos en su afán de derrocar a Nicolás Maduro y seguir estrangulando al pueblo venezolano”, dijo en un comunicado el equipo de defensa de Saab, encabezado por el exjuez español Baltasar Garzón.
Según Garzón, Saab visitó Irán en el mes de abril y convenció a funcionarios de ese país de que enviaran a Venezuela tanqueros cargados con gasolina, junto con aviones que transportaban materiales para una refinería, a fin de aliviar una crisis de escasez de combustible.
Sus abogados insisten en que Saab es una especie de diplomático que ha ayudado al pueblo durante la crisis. Refieren que el barranquillero consiguió suministros médicos y alimentos; a cambio, le pagarían al país islámico con “recursos propios de Venezuela”.
Estados Unidos acusa a Saab de estar involucrado con varias empresas que suministran alimentos y víveres con sobreprecios, destinados para las cajas de ayuda que ofrece la administración de Maduro, mismas que los ciudadanos denuncian que nunca llega a las comunidades.
Según EEUU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros ciudadanos para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.
El pasado 9 de junio, cuando la Fiscalía colombiana impuso medidas cautelares con fines de expropiación de ocho inmuebles del “patrimonio ilícito” de Saab. Los bienes tienen un valor de 35.000 millones de pesos (unos 9,7 millones de dólares) y están en Barranquilla.
Saab fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo escala para llenar el tanque de combustible en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral(Cabo Verde), en respuesta a una petición de EE.UU. cursada a través de Interpol por presuntos delitos de blanqueo de dinero.