“El nexo Maduro-Hezbollah: cómo las redes respaldadas por Irán apuntalan al régimen venezolano”, es el informe publicado por el Atlantic Council, que desnuda la presencia del grupo terrorista en Venezuela, auspiciado por Irán, que afianza su dominio desde que empezó a enviar gasolina al país suramericano.
El Atlantic Council es una organización no partidista que promueve el liderazgo y compromiso constructivo de los EE.UU. en los asuntos internacionales.
Tras la publicación del informe realizó una conferencia virtual en la que congresistas norteamericanos y especialistas en la materia analizaron la creciente cooperación entre Teherán Caracas, y el grupo terrorista libanés.
El informe sostiene que Hezbollah “ha ayudado a convertir a Venezuela en un centro de convergencia del crimen organizado transnacional y el terrorismo internacional”. Esto, a su vez, “ha facilitado la cooperación de Irán con el régimen de Maduro”.
El documento detalla los métodos utilizados para ocultar la relación con el grupo extremista libanés auspiciado por la República Islámica. “El régimen venezolano proporcionó identidades duales a algunos habitantes de Oriente Medio, construyendo una red clandestina que proporciona inteligencia, entrenamiento, fondos, armas, suministros y conocimientos técnicos tanto a Venezuela como a Assad” en Siria, agrega.
“Hezbollah tiene un modelo multifacético y multidimensional. Tienen actividades legítimas como un partido político y medios de comunicación, que mezclan con actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de drogas y el lavado de dinero”, dijo el autor del informe Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura.
Humire advirtió que el grupo terrorista libanés “puede moverse más rápidamente a través de las regiones que los gobiernos porque usa tácticas sacadas de la guerra no convencional: Son redes no estatales que no respetan las fronteras y no respetan los límites”.
Kirsten Fontenrose, directora de seguridad regional de la división de Oriente Medio del Atlantic Council, explicó que la injerencia iraní en Venezuela “es peligrosa desde el punto de vista de la financiación del terrorismo, no desde el punto de vista del reclutamiento de terroristas”. Apuntó que ese vínculo no se debe a cuestiones ideológicas, sino por el mero interés de ambas partes que están bajo fuertes sanciones internacionales: “La mayor preocupación es que Irán utilice a Venezuela como una fuente de financiación”.
En la conferencia virtual, donde participó el portal Infobae, aseguran que los lazos se afianzaron entre Irán y Venezuela por la escasez de combustible en el país suramericano, que obligó a importar millones de barriles de petróleo para apaciguar la compleja crisis.
“En un período de mes y medio, la aerolínea iraní, Mahan Air, realizó diecisiete vuelos y la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC) navegó cinco petroleros desde Irán a Venezuela para proporcionar repuestos desde China, técnicos iraníes y aproximadamente 1,5 millones de barriles de gasolina para el régimen de Maduro hambriento de combustible. 49 meses después, las refinerías de la península de Paraguaná aún no operan, y Venezuela nuevamente enfrenta escasez de combustible. Pero, según Bloomberg, la República Islámica recibió como pago casi 500 millones de dólares (nueve toneladas) en lingotes de oro”, añaden.
El congresista Michael Waltz cree imprescindible que el gobierno de Estados Unidos y la comunidad internacional redoblen esfuerzos “para detener el puente aéreo entre Teherán y Caracas a través de Mahan Air”. El republicano opinó que es necesario “apalancar los sistemas financieros internacionales con aliados” para cortar esa ruta.
“Si usted está haciendo negocios con el régimen de Maduro, que está involucrado en asesinatos extrajudiciales, abusos de los derechos humanos, y oprimiendo al pueblo venezolano, no puede hacer negocios con el gobierno de los Estados Unidos”, advirtió el senador.
Otras de las participantes en el foro virtual fue Deborah Wasserman Schultz, miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Florida, que llamó a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para detener al régimen de Maduro y obligarlo a renunciar, a través de la presión.
El autor del reporte subrayó la importancia de que los países designen a Hezbollah como un grupo terrorista: “Si no tenemos un entendimiento común de cómo vemos a Hezbollah, creamos malentendidos entre nuestras instituciones (...) Designar a Hezbollah como una organización terrorista extranjera crea un lenguaje común entre la comunidad internacional, mitigando los vacíos políticos y la confusión”.
Manifestó que los países de América Latina deben ser “más proactivos” para condenar las actividades terroristas del grupo libanés, y recordó que el gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri “fue el primero en la historia de América Latina en declarar a Hezbollah como una organización terrorista” en 2019. Luego, se sumaron países como Paraguay, Colombia y Honduras.