Pacientes se quedan sin recibir tratamiento en un hospital de Caracas porque, descompuestos los 16 ascensores, no pueden ser trasladados a las otras salas donde deben ser atendidos, reportó este miércoles la revista digital Crónica Uno.
Desde hace 10 días los elevadores están fuera de servicio en el Hospital Doctor Miguel Pérez Carreño, localizado en el municipio de Libertador, en el Distrito Capital, en el oeste de Caracas, capital de Venezuela.
Los pacientes, o se quedan sin su tratamiento, o los enfermeros deben hacer ingentes esfuerzos para llevarlos de un lado a otro usando las escaleras del hospital.
Una usuaria del hospital publicó una fotografía en Twitter, en la que se ve a dos personas, sin uniforme de enfermeros —probablemente parientes de una paciente —tratando de bajar por las gradas una camilla con una mujer enferma.
La situación en el hospital motivó a algunos familiares de los enfermos a realizar una protesta interna, dijo Crónica Uno.
Por ejemplo, Elio Sánchez se encadenó por espacio de una hora al frente de la recepción del hospital, porque su esposa, en el piso 9 del centro de salud, no ha podido ser trasladada hasta el hospital Clínico Universitario, donde la estaban esperando para realizarle con urgencia una endoscopía, añadió la revista.
La protesta fue grabada quizá por una familiar de un paciente y la difundió a través de su cuenta de Twitter.
La esposa de Elio tiene 20 días recluida en el servicio de Cirugía. La operaron de la vesícula, se complicó y fue dos veces más al quirófano, pues le cortaron los tubos biliares y para corregir esa falla necesitan estudios especializados.
“Tengo la orden de salida y el informe médico, pero no me autorizan a bajarla por las escaleras debido a su estado crítico”, dijo Elio, quien trató de buscar apoyo con algún grupo de paramédicos para poder bajarla del piso 9.
Pero su situación no es la única, y muchos pacientes, incluso amputados, han tenido que subir y bajar las escaleras, añadió la nota periodística.
Jean Carlos Quiñones, enfermero, dijo que le tocó subir cuatro pisos con una paciente a la que le suspendieron la intervención, precisamente por las fallas de los ascensores.
“Tenía una pesa en una pierna y acostada en un colchón tuvimos que trasladarla. Eso fue muy duro. Pero más grave aún es que, según los médicos de cirugía, hay tres cadáveres en las salas que no han podido ser retirados”, dijo el enfermero.
Tras la protesta de Elio, personal administrativo le comentó que no tienen presupuesto para reparar los equipos. También le dijeron que el edificio tiene más de 50 años, lo que aumenta la vulnerabilidad.
En consecuencia, informó Quiñones, están suspendidas las operaciones electivas y hasta las de emergencia se han visto retrasadas, acotó la revista.