La odisea de asistir a clases virtuales en Venezuela: Sin internet ni electricidad

Al menos hasta diciembre las clases en Venezuela seguirán a distancia, dijo Maduro. Desde que se decidió esta modalidad en marzo, con la llegada del Covid-19, se ampliaron las brechas entre estudiantes de la capital del país y otras regiones

Los niños vuelven a clases, pero virtuales
 

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Este 22 de septiembre una buena parte de niños venezolanos regresaron a clases; una vuelta muy distinta a la de años anteriores, pues el pasado 14 de septiembre Nicolás Maduro anunció que los niños y adolescentes no volverán a las aulas debido a la pandemia de Covid-19. Con la medida, los estudiantes de la nación se dividen entre los que en sus hogares tienen electricidad, aparatos electrónicos e internet; y los que no tienen luz ni internet, ni computadoras para tener acceso a las plataformas de aprendizaje.

El 14 de septiembre, Maduro dijo que "sin lugar a dudas, el regreso presencial a clases no es favorable para el control a la pandemia, por eso no hay regreso presencial a clases en Venezuela y veremos si en enero regresamos". Según él, la decisión se basó tras ver el inicio de clases en el mundo, pues indicó que la reincorporación a las aulas en otros países incrementó el número de contagios.

"Vamos a mantener los servicios educativos del país vía online, por teleclases", dijo Maduro. Es de acotar, que desde el 16 de marzo, día en que ordenó cuarentena para evitar la propagación del Covid-19 en el país, su gobierno a través del Ministerio de Educación planteó transmitir las clases a los niños de primaria, secundaria y diversificada de escuelas públicas a través del canal de señal abierta, y con tendencia oficialista, Venezolana de Televisión (VTV), y en otras señales públicas y la radio.

Este plan de teleclases fue nombrado por el Ministerio de Educación como “Cada familia una escuela”, sin embargo, la duración de las actividades por materia en el canal del Estado fue de cinco minutos cada semana, 40 menos de los que comprende una hora académica normal en Venezuela. Además del escaso contenido, el plan gubernamental puso en evidencia las fallas de la educación nacional.

Padres y representantes de estudiantes que residen en estados como Táchira, Zulia, Trujillo, Mérida donde hay cortes eléctricos de hasta ocho horas al día, denunciaron que los niños no tenían cómo ver las clases. En otras regiones del país afectó el cese de DirecTV Venezuela que cubre más del 40% de los hogares venezolanos, pues en muy pocas zonas del país se ve Venezolana de Televisión sin señal de cable.

En mayo, el gobierno de Maduro dijo que 2,2 millones de estudiantes de los 8,2 millones de los matriculados en la educación pública estaban viendo las clases a distancia; lo que quiere decir que más del 70% de los infantes venezolanos no lograron acceder al plan.

Ante la llegada de este nuevo año escolar que se mantiene online, padres, representantes y profesores deben ingeniárselas para que sus hijos sigan aprendiendo y no se estanquen. Uno de los principales inconvenientes es la falta de conexión a internet, debido a que la empresa estatal de telecomunicaciones Cantv no presta servicio en buena parte de Venezuela y las operadoras privadas no dan a basto, además que sus centrales han sido desvalijadas por la delincuencia, quienes roban los cables para sacar el cobre y revenderlo.

De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), publicadas en el primer trimestre de 2019, en Venezuela al menos 15 millones de personas de los 30 que actualmente residen en el país no tienen acceso a Internet, a pesar que el servicio es un derecho humano.

La brecha entre los niños de Caracas frente a los de las regiones

Ariany tiene 15 años y reside en un pueblo del Táchira, frontera con Colombia. Entre marzo y junio para que lograra terminar su tercer año de bachillerato en un colegio privado su madre tuvo que convertirse en profesora y enseñarle los temas que traían sus libros de matemáticas, física, castellano, y biología. Cuando la pequeña tenía internet lograba ampliar lo que le enseñaba su madre, y lo que le corregía su profesora; pues cuando la adolescente tenía señal le enviaba las tareas a través de la red social WhatsApp a la maestra, y cuando esta podía se las reenviaba con sus calificaciones y anotaciones.

Por su parte, Carlos era estudiante del mismo año, pero a diferencia de Ariany reside con sus padres en el sector El Paraíso de Caracas. Con la llegada del coronavirus su colegio armó una plataforma para que el ingresara diariamente, viera sus clases, y realizara sus tareas. El joven de una familia de clase media logró completar sus asignaciones y ver todo su plan de estudios. La pandemia visibilizó la diferencia que hay entre los que residen en la capital y otros estados del país, así se estudie en un colegio privado.

Los niños de Cuba y Venezuela en la misma precariedad.

En Cuba, el régimen de Miguel Díaz-Canel a diferencia del de Nicolás Maduro, decidió el 1° de septiembre reiniciar las clases pese a la pandemia del Covid-19; y como en Venezuela los niños se ven afectados por la crisis económicas de sus países, pues una imágen que se hizo viral mostró como un estudiante de primaria no tenía zapatos adecuados para asistir a clases.

El pasado 16 de septiembre se hizo tendencia en la red social Twitter la gráfica de un niño que iba a la escuela primaria sin zapatos adecuados, calzado apenas con un par de chancletas de baño.

Afortunadamente, después de conocerse las fotografías del niño La Diosa, la cantante cubana de reguetón, utilizó su fama para dar con la ubicación del pequeño. En menos de un día el niño recibió un par de zapatos nuevos para asistir a sus clases. En un corto video publicado en las redes sociales de la artista, el pequeño dijo: "Ya tengo zapatos pa' la escuela. Gracias por los que me están ayudando, si quieren pueden seguir ayudándome".

 

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