Managua, 7 oct (ADN CUBA).- El estudiante Lesther Alemán, quien durante el primer diálogo para superar la crisis de Nicaragua exigió al presidente Daniel Ortega que ordenara el cese de la represión, volvió este lunes al país luego de más de un año en el exilio.
Alemán, de 21 años, llegó a Nicaragua procedente de Estados Unidos. "No he dejado de luchar a pesar de estar fuera, ahora lo hago desde aquí, el motivo es continuar con lo que iniciamos", dijo a periodistas.
El estudiante nicaragüense se hizo conocido el 16 de mayo de 2018, un mes después del estallido social, por interrumpir un discurso de Ortega en el inicio de las primeras negociaciones, para exigirle que ordenara el cese de la represión, que en ese momento ya había dejado más de un centenar de muertos.
"Presidente, exigimos que cese de inmediato la represión", dijo Alemán, en lo que hoy se considera un hito en la historia de Nicaragua, como fue increpar al hombre más poderoso del país y quien era señalado de ordenar la ejecución de cientos de opositores, aunque meses después debió huir al exilio por amenazas de muerte de grupos oficialistas.
Sobre su decisión de volver a Nicaragua, Alemán afirmó que fue "totalmente personal", y que "esto no quiere maquillar un discurso de normalidad en el país".
"Sabemos que en Nicaragua nada está normal porque aún hay presos políticos, porque la represión se vive día a día, porque en todo caso ustedes corren peligro como periodistas, nosotros como estudiantes", sostuvo.
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No obstante, afirmó que "el miedo se administra, el miedo no debe inmovilizarnos, y no debe condicionar las decisiones".
También se valió de ironía para comparar su seguridad personal con la de Ortega.
"Detrás de mí no hay nadie, no ando con chaleco antibalas, no tengo un Mercedes (Benz) blindado, no tengo ejército, ni tengo seguridad, yo me aferro a algo, a mi fe en Dios, posteriormente mis compañeros de lucha", sostuvo.
Alemán es el más reciente de una lista de opositores conocidos que regresan del exilio, y que han denunciado persecución de policías y paramilitares tras su retorno.
La crisis de Nicaragua ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cantidad a 651, mientras Ortega admite 200.
La CIDH ha responsabilizado al Gobierno por cometer crímenes "de lesa humanidad" en el marco de la crisis.
El pasado 30 de septiembre la Asociación Madres de Abril (AMA) inauguró un museo en memoria de sus familiares asesinados durante las protestas contra el Gobierno de Ortega.
La organización está conformada por madres de las víctimas de las manifestaciones antigubernamentales contra el mandatario, en abril de 2018.
Los rostros en blanco y negro de unos 70 muchachos cuelgan en enormes cartelones, sonriendo o simplemente mirando de frente a quienes ingresan al salón, en la exposición instalada en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA), de la Universidad Centroamericana (UCA).
(Con información de Efe)