Las 105 urnas con las cenizas de migrantes mexicanos fallecidos a causa de la COVID-19 en tres ciudades estadounidenses llegaron este lunes al estado de Puebla, centro de México, en una ceremonia luctuosa donde no faltó la música de mariachi.
Los mexicanos murieron en Connecticut, Nueva Jersey y Nueva York, Estados Unidos, y desde ahí fueron transportados hacia Puebla.
"Ya estás en casa migrante poblano, descansa en paz sobre la tierra que te vio nacer", fue la leyenda que se colocó en cada una de las urnas de los migrantes que perdieron la lucha contra el coronavirus durante los meses anteriores lejos de su lugar de nacimiento.
Para honrar su memoria se llevó a cabo una ceremonia luctuosa donde se reconoció la labor de los migrantes y su valor de haber tomado la decisión de cambiar de país, para perseguir el "sueño americano", a pesar de que ello implicaba alejarse de sus familias, a quien buscaban ofrecerles una mejor vida.
Hasta el momento, según cifras de las autoridades mexicanas, se tienen registrados 398 mexicanos fallecidos por COVID-19 en territorio estadounidense.
Con lágrimas, recuerdos y nostalgia los familiares dieron el último adiós a sus padres o hermanos justo cuando comenzaron a sonar las notas de un mariachi que interpretaba la canción "Cielito lindo".
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Germán Ortiz Trinidad, habitante del municipio de Atlixco, dijo que después de tres meses siente tranquilidad de tener las cenizas de su hermano, quien murió en abril a causa del virus
Recordó que debido a la situación de emergencia que se vivía en Nueva York no se podían completar los trámites necesarios para traer sus restos, sin embargo indicó que tras la labor de las autoridades estadounidenses y las mexicanas pudieron avanzar para darle un descanso eterno en un campo santo.
"Estamos más tranquilos al tenerlos acá, al recibir las cenizas de mi hermano y ya lo esperábamos con ansias, la verdad era muy complicado y doloroso", expuso el hombre.
Recordó que tras la muerte de su hermano la gran duda era saber si iba a regresar o no a Puebla, "pero sobre todo con mi mamá" y gracias al apoyo del consulado y del gobierno de Puebla se logró la repatriación.
"Estamos contentos, afortunadamente nos vamos a despedir de él como se debe y lo marca la tradición en Puebla, en hacerle rosarios y todo lo que se lleva acabo", dijo Ortiz.
En tanto, Guadalupe Guzmán, originario de Puebla capital, recibió las cenizas de su padre a quién no veía desde hace 13 años y el único contacto que tenían era mediante redes sociales, por lo que se ha convertido en una perdida muy grave, debido a que era su ejemplo a seguir en todo momento.
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"Mis hermanos que están en Estados Unidos decidieron que las cenizas fueran traídas a Puebla, ya que él soñaba con regresar a su tierra, lugar que le dio la fuerza para tomar la decisión de buscar una mejor vida", dijo.
Doris Ortiz, hermana de un migrante fallecido en Nueva York, añoraba el reencuentro con su hermano con quien compartió momentos especiales, pero con quien, por la distancia, solo hablaba por teléfono y redes sociales luego de 28 años viviendo en EE.UU. y en ese tiempo se vieron muy pocas veces, la última hace siete años.
"Ha sido difícil, porque nos queríamos reencontrar pero no de esta forma, después de casi tres meses ya llegó mi hermano y lo vamos a tener aquí", apuntó la mujer
El hombre falleció el 19 de abril y fue una espera complicada, por el cierre de fronteras "decían cada mes que ya iban a abrir las fronteras y fue una espera muy difícil y dolorosa sobre todo para mi mamá, quien está deprimida y triste".
(Con información de Efe)