El derecho a la desinformación

El derecho a la información en Cuba no está contemplado en la Constitución, ni en ley alguna.
 

Reproduce este artículo

Desde mucho antes de aquellas reuniones de Fidel Castro con los intelectuales en la Biblioteca Nacional de Cuba  los días 16, 23 y 30 de junio de 1961, donde soltó aquella máxima terrible que sigue cercenando la libertad de expresión: “Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”, la prensa, la radio y la televisión habían pasado a manos del gobierno, que a partir de entonces ejerció un cerrado control sobre lo que se podía saber o lo que se debía difundir.

Lo han dicho siempre y lo mantienen. El derecho a la información no está contemplado en la Constitución, ni en ley alguna. Lo dice el propio diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba: “La prensa en Cuba tiene un rol ideológico bien definido desde poco después de 1959. Los medios fueron muy pronto nacionalizados y puestos bajo el estricto control del gobierno”.

Un viejo chiste sobre el férreo control de la información en Cuba cuenta que en una reunión entre varios guerreros famosos en la historia, mientras todos pedían armas más modernas o más soldados, Napoleón Bonaparte manifestó que ojalá el periódico Granma le hubiera pertenecido. Ante el estupor de los otros, que le preguntan para qué quería ese diario, Napoleón les explica que: “si él hubiera sido el dueño del Granma, nadie en el mundo se habría enterado de su derrota en Waterloo”.


ADN Cuba salió a las calles a preguntarle a los cubanos qué piensan sobre la crisis que se vive en Venezuela. Para un alto porcentaje de los cubanos entrevistados, la reciente crísis en Venezuela constituyente un "acto de injerencia del imperio" y la crisis humanitaria "actos de desinformación" organizados por el gobierno de los Estados Unidos. 

Los que apoyan a Guaidó no son venezolanos sino "terroristas respaldados por elementos de derecha" que intentan "desestabilizar a Venezuela" motivados por el "deseo del imperio de invadir y robarles el petróleo". 

Esos "hechos alternativos" son lo que los cubanos obtienen cada día de los medios de comunicación controlados por el gobierno que generan desinformación a través de una mezcla de censura, propaganda y acceso limitado a Internet.

Un artículo de Roberto Álvarez Quiñones, publicado en el Diario de Cuba, sobre el monopolio estatal de la prensa y las comunicaciones en Cuba resume la situación de este modo: “En Cuba no solo no hay libertad de prensa porque el Estado monopoliza los medios, sino que  cada medio manipula la información cotidianamente”. 

En su artículo resume así la desinformación del ciudadano de a pie: “El ocultamiento de lo no conveniente y la manipulación de lo que se publica ya forma parte del ADN del periodismo en Cuba.

Esa antiética es lo normal. El redactor oficialista hace lo que le enseñaron en la universidad y le dicen sus jefes”.

 

Escrito por ADNCUBA

ADN Cuba - es una revista audiovisual, social y participativa. Con corresponsales en Cuba, España, Latinoamérica y Estados Unidos. Se enfoca en cubrir las últimas noticias que ocurren en el mundo y en especial en América Latina. Fue fundada en el 2017 con el objetivo de mostrar Cuba desde su diversidad y se enfoca en el trabajo documental en temas LGBT+, Derechos Humanos, Integración Racial, Emprendimiento, Economía, Cultura y Deportes.

 

Relacionados