Puerto de Mariel opera con 27 de 50 proyectos aprobados, luego de 7 años

Cada año las autoridades cubanas rebajan las cifras de inversiones esperadas: para el 2020 serán 500 millones de dólares, muy por debajo de los 2500 previstos en 2013
ZEDM
 

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Apenas 27 empresas de 50 aprobadas funcionan en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), el megaproyecto del régimen cubano que, a casi siete años de fundados no da todo lo que se esperaba de él.

Cada año las autoridades cubanas rebajan las cifras de inversiones esperadas. Con la aprobación de la ley de Inversión Extranjera de 2014 se esperaban 2500 millones de dólares en inversión al año, pero entre marzo de 2018 e inicios de 2019 la suma apenas sobrepasó los 1700 millones.

En declaraciones ofrecidas hoy por la directora del enclave, Yanet Vázquez, ahora Cuba tiene como meta atraer 500 millones en inversiones al año, según dijo a Prensa Latina. En 2020 deben abrir nueve proyectos ya aprobados, agregó la funcionaria.

Mencionó una fábrica de cigarrillos de la empresa cubano-brasileña Brascuba y una de productos de aseo, de Unilever Suchel.  “Muchos de esos productos se importan, pero una vez que arranque la instalación, se harán aquí”, añadió.

La necesidad de inversiones se hace cada vez más acuciante, debido a las nuevas sanciones de Washington, la sequía petrolera desde que Venezuela entrara en crisis y, en general, la ineficiencia de un modelo productivo que importa más de lo que vende.


Según el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Gustavo Montezano, Cuba adeuda 561 millones de dólares de los 656 ofrecidos como préstamo por Brasil para financiar el puerto de Mariel.

Según el BNDES, los impagos cubanos llegan ya a las 50 cuotas atrasadas y el Tesoro Nacional de Brasil ha tenido que indemnizar al banco por la mitad del valor prestado.

Parte de ese préstamo se pagaría con el dinero que Cuba cobraba por los médicos cubanos contratados por los gobiernos del Partido de los Trabajadores, pero al acabarse el proyecto con la llegada de Bolsonaro al poder, La Habana se quedó sin dólares con qué cubrir sus compromisos. Por supuesto, influye también la crisis generalizada del sistema económico cubano.

En los últimos años, el gobierno cubano ha convertido la ZEDM en la estrella de sus proyectos para atraer inversiones a la isla. Analistas achacan el atraso al lento proceso burocrático que implica aprobar empresas extranjeras en la isla y por el miedo de inversores a establecerse en un país que tradicionalmente no ofrece garantías jurídicas.