Héctor Zumbado, o H. Zumbado, como le conocemos los cubanos, regresa.
Zumbado marcó a varias generaciones con su humor fino y mordaz, donde criticaba situaciones y actitudes, vicios del pasado y de aquel presente que él refrescó con su “Limonada”, y luego elevó filosóficamente en sus “Riflexiones”.
El Zumbido de Zumbado sonó en la prensa nacional desde finales de los años setenta. Era un sonido zumbón, tan cubano, que no parecía de aquellos tiempos. Y no tenía paz con nada.
Ahora la Editorial La Pereza (a Zumbado le hubiera encantado ser publicado por una editorial con ese nombre) edita, por primera vez fuera de Cuba, una selección de sus mejores trabajos de humor con el título de uno de sus mejores cuentos “El tipo que creía en el sol”.
Unas gotas de limonada y algo de sus filosóficas Riflexiones, donde se pregunta y se responde qué somos, por qué somos y para qué somos los cubanos.
Un humorista que debieran conocer los hispanos si quieren saber cómo se usa la lengua. Es decir, nuestra lengua. Cuando no encontramos la palabra adecuada, se inventa. H. Zumbado lo hacía. Él inventó los “Zumbablos”, es decir, vocablos con la firma de Zumbado. Con su zumbido característico.
Ahora la Editorial La Pereza (a Zumbado le hubiera encantado ser publicado por una editorial con ese nombre) edita, por primera vez fuera de Cuba, una selección de sus mejores trabajos de humor con el título de uno de sus mejores cuentos “El tipo que creía en el sol”.
Unas gotas de limonada y algo de sus filosóficas Riflexiones, donde se pregunta y se responde qué somos, por qué somos y para qué somos los cubanos.
Los cubanos, que dejamos en la isla muchos de sus libros, o los que lo leyeron en la prensa y no sabían que había publicado aquellas joyas humorísticas en libros, ya pueden tener a Zumbado en su casa.
H. Zumbado regresa a nosotros y ahora nos puede acompañar siempre. Si está alegre, lea sus cuentos. Si está amargado, también. Y si está triste, un cuento de H. Zumbado no le quitará la tristeza, pero al menos va a pasar un buen rato.
Léalo y compruebe que este hombre está zumbado de verdad. Para comprar el libro visita: Editorial La Pereza.