El nicaragüense Banco Corporativo (Bancorp), sujeto a sanciones de Estados Unidos bajo acusaciones de lavar dinero para la familia del presidente Daniel Ortega, pidió al regulador bancario del país su disolución anticipada ante la imposibilidad de hacer negocios.
El banco ha sido señalado por el gobierno de Estados Unidos de servir para lavar dinero para la familia de Ortega. El 17 de abril, el Departamento del Tesoro sancionó a la empresa dentro de acciones "que tienen como objetivo operaciones financieras corruptas y redes de apoyo al régimen de Ortega".
Las sanciones incluyeron el bloqueo de activos del banco y del hijo del presidente nicaragüense, Laureano Ortega, por parte del gobierno estadounidense.
"Nuestro banco se encuentra imposibilitado de seguir haciendo negocios debido a la sanción impuesta por la OFAC el día 17 de abril del presente año", dice la carta enviada por el representante legal del banco, Luis Bárcenas, a la Superintendencia de Bancos.
El banco fue fundado en 2015 por Alba de Nicaragua, S.A, (Albanisa), una empresa 51% propiedad de la petrolera estatal venezolana PDVSA, y 49% de Petróleos de Nicaragua (Petronic). En marzo la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó comprarlo en US$23 millones.
Bárcenas pidió al regulador "la autorización para proceder a la disolución voluntaria anticipada". La Superintendencia de Bancos de Nicaragua reconoció la solicitud, pero no aclaró si la compra a favor del Estado ya se había concretado.