Este martes el presidente norteamericano Donald Trump suspendió, vía Twitter, un viaje oficial a Dinamarca porque su primera ministra no está dispuesta a debatir sobre si le vende o no Groenlandia a Estados Unidos.
“Dinamarca es un país muy especial con gente increíble, pero en base a los comentarios de la primera ministra Mette Frederiksen, de que no tendría ningún interés en debatir sobre la compra de Groenlandia, pospondré nuestra reunión prevista para dentro de dos semanas para otro momento. La primera ministra ha sido capaz de ahorrar una buena cantidad de gasto y esfuerzo tanto para Estados Unidos como para Dinamarca siendo tan directa. ¡Le doy las gracias por ello y espero poder volver a agendar la cita en algún momento futuro!”, ha dicho el presidente, en un hilo de tuits.
Los dos líderes tenían previsto reunirse durante una visita de Trump a Copenhague programada para el 2 y 3 de septiembre, última parada de su viaje a Europa que empezará con su participación en la cumbre del G7 en Biarritz (Francia) del 24 al 26 de agosto y seguirá en Polonia del 31 de agosto al 2 de septiembre.
La decisión de Trump fue una respuesta a las declaraciones que Frederiksen hizo este lunes durante una visita a la isla. "Groenlandia no está en venta. Groenlandia no es danesa, es groenlandesa. Espero de verdad que no sea nada que se haya dicho en serio", afirmó la primera ministra.
Trump reconoció este domingo su interés por comprar Groenlandia después de que varios medios informasen que el presidente estadounidense lleva semanas hablando con sus asesores sobre esa posibilidad.
El mandatario consideró que la adquisición era "estratégicamente es interesante", aunque señaló que no es una prioridad.
Según reveló la semana pasada The Washington Post, en la Casa Blanca ya se ha discutido sobre la legalidad de la hipotética compra, del proceso para incorporar un territorio con su propio gobierno y también de dónde saldría el dinero para la adquisición.
Aunque el motivo por el que Trump estaría interesado en la compra de Groenlandia no queda claro, se especula con los recursos naturales que la isla tiene bajo el hielo que está derritiéndose a velocidad récord y también con su importancia geoestratégica por su cercanía al Ártico.
Trump no sería el primer presidente estadounidense en tratar de comprar Groenlandia, ya que según se ha informado estos días Harry Truman (1945-1953) ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por la isla una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Pese a que políticamente pertenece a Dinamarca, Groenlandia es un territorio autónomo que desde 2009 maneja todas las competencias excepto política exterior, defensa y política monetaria.