Vecinos de una funeraria en la avenida Utica en Brooklyn en la ciudad estadounidense de Nueva York, se quejaron a la policía de un mal olor que salía de camiones estacionados por días frente a la misma.
Cuando llegó la policía a la funeraria Andrew T. Cleckley, hicieron un terrible descubrimiento, pues dentro de los camiones, había varias docenas de cuerpos en descomposición.
No quedó claro cuántos de los cuerpos encontrados en bolsas para cadáveres dentro de los camiones habían muerto por la COVID-19, dijeron las autoridades policiales.
El sistema de atención funerario de la ciudad de Nueva York, los hospitales, cementerios, crematorios y morgues administrados por la ciudad, han estado bajo una presión extraordinaria en las últimas semanas. Al menos 14 mil personas han muerto por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Un funcionario, que habló bajo condición de anonimato a la prensa porque no estaba autorizado para informar sobre el asunto, dijo que la funeraria había estado almacenando cuerpos en los camiones después de que su congelador dejara de funcionar.
Mientras, Eric L. Adams, el presidente del condado de Brooklyn dijo que descubrió que los agentes de policía y otros investigadores habían cerrado las calles como una escena del crimen y estaban examinando el camión.
“Parece que el camión estaba lleno. Esto es traumatizante para los miembros de la familia”, dijo Adams. El Departamento de Salud del estado, que regula las funerarias, también fue citado a la escena de los hechos para determinar si la funeraria estaba manejando los restos de manera adecuada.
La funeraria de Cleckley se abrió en 2015 e inicialmente atendió otras funerarias transportándoles cuerpos desde los lugares donde morían las personas.
Sin embargo, en 2017, “se tomó la decisión de transformarse en servicios funerarios completos, incluidos entierros, cremaciones y envíos internacionales”. Mientras Mike Lanotte, presidente de la Asociación de Directores Funerarios de Nueva York, dijo que el Cleckley no era miembro de la organización.
