La actriz negra que desafió a todos ganando un Oscar

Cuando se cumplen 80 años del estreno de 'Lo que el viento se llevó' recordamos el relato más chocante y triste que rodeó a aquel clásico: el de la intérprete afroamericana, lesbiana y valiente Hattie McDaniel 
 

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Por estos días el icónico drama Lo que el viento se llevó cumplió 80 años de su estreno. En el Staff protagónico de incluyen varios personajes que hicieron época en el cine ganando innumerables galardones. Entre ellos se encuentra una de sus protagonistas a quien le prohibieron asistir al estreno; Hattie McDaniel  se convirtió en la primera actriz negra en ganar el Oscar, pero no pudo sentarse en la misma mesa que sus compañeros de reparto; pues fue relegada a papeles de criada por los blancos y rechazada por los negros, que no entendían su decisión de sumarse al estereotipo al que Hollywood había reducido a su raza.

Hattie McDaniel murió sin un dólar en su bolsillo y su Oscar se lo llevó el viento, sin embargo según relata el medio El País siempre fue fiel a sí misma y su mejor frase no la escribió ningún guionista, sino ella misma: “Prefiero interpretar a una criada por 700 dólares que ser una por 7”, sus luces y sombras estarán para siempre unidas a la historia del cine.

A pesar del desdén con el que fue tratada, McDaniel hizo su papel a la perfección dentro y fuera de la pantalla. "Me encantó Mammy", declaró al hablar con la prensa sobre el personaje. "Creo que la entendí porque mi propia abuela trabajaba en una plantación similar a Tara", añadió.

Cuando el 29 de febrero de 1940 se leyó su nombre en la noche de los Oscar, 12 años después de su creación, una mujer negra se subía al escenario por primera vez. La hija de dos antiguos esclavos, pronunció su discurso con la voz entrecortada: “Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, miembros de la industria cinematográfica e invitados de honor: este es uno de los momentos más felices de mi vida y quiero agradecer su amabilidad a cada uno de ustedes que participó en seleccionarme para uno de sus premios. Me ha hecho sentir muy, muy humilde; y siempre lo sostendré como un faro para cualquier cosa que pueda hacer en el futuro. Sinceramente espero ser siempre un crédito para mi carrera y para la industria cinematográfica. Mi corazón está demasiado lleno para deciros cómo me siento, y puedo daros las gracias y que Dios os bendiga”.

Al final de su carrera volvió a la radio y obtuvo uno de esos pequeños triunfos: se hizo con el papel de Beulah, otra vez una criada estereotipada, pero le había quitado el papel a un hombre blanco. Nuevamente era la primera vez que una mujer afroamericana protagonizaba un programa de radio y se llevaba por su labor mil dólares a la semana. Fue un éxito efímero, pues poco después de firmar el contrato le detectaron un tumor en el pecho. Murió el 26 de octubre de 1952 con 57 años.

En su testamento solo pidió dos cosas: ser enterrada en el cementerio Hollywood Forever y que su Oscar fuera entregado a la Universidad de Howard. Sin embargo luego de su fallecimiento el destino le dió su enésima bofetada: el cementerio no aceptaba a negros por muy famosos que fuesen. Se la enterró en el camposanto de Angelus-Rosedale. 

Hoy nadie sabe qué pasó con su premio de la Academia. Unos afirman que fue arrojado al río Potomac durante las revueltas que se produjeron tras el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968. Otros, con menos sentido de la épica, que simplemente está perdido en algún sótano, pues debido a su forma de placa –hasta 1944 los actores secundarios no recibieron estatuilla– es más difícil de identificar.

Hattie McDaniel winning Best Supporting Actress
 

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