Voleibolista cubano en Corea: “Los cubanos somos guerreros”

El voleibolista cubano Leonardo Leyva, conocido como “King Leo” en el club coreano Ansan Okman, contó a la revista deportiva Play Off Magazine como escapó de una delegación deportiva en Puerto Rico con solo 18 años y aseguró que los cubanos eran “unos guerreros”.

Leyva, que es la actual pareja de la influencer cubana Iraisel Pintueles, viuda del fallecido reguetonero cubano Daniel Muñoz, alias El Dany, detalló que su fuga fue bastante “graciosa” porque se llevó las cajas de tabacos que los jugadores tenían para vender en el exterior y ganarse unos dólares extras.

“Estábamos en el hotel, no fuimos a entrenar ni nada. Cuando llega la noche, les digo a los muchachos que si querían vender las cajas de tabaco, que me las dieran, que tenía una persona, esperando abajo, que las iba a comprar a 80 dólares. Nosotros queríamos venderlas a 100, pero apareció un muchacho que las iba a comprar todas a 80”, detalló.

Leyva se había puesto de acuerdo con uno de sus mejores amigos, el también voleibolista cubano Joao Girón, que se había escapado de una delegación deportiva con 16 años y jugaba en Puerto Rico. Girón lo esperaría fuera del hotel en un carro.

“Me encuentro con Raúl Diago (entonces, presidente de la Federación Cubana de Voleibol), y la persona de la Seguridad que viajaba con nosotros. Me preguntaron que para dónde iba y les hice el cuento del muchacho. Yo estaba muerto de miedo”, aseguró.

Por el nerviosismo, Leyva se confundió con la dirección del sitio donde lo estaría esperando su amigo. Así que se montó en un taxi y le dio al chofer una dirección específica.

“Cuando me bajé del carro con el maletín, vestido del equipo Cuba completo, la gente pensó que andaba perdido, porque ese era un sitio de fiesta, de bares. Yo me senté a las afueras de un bar, a esperar, hasta que llegó mi amigo, que estaba igual de nervioso que yo. Al final, me fui con casi todas las cajas de tabaco del equipo”, añadió.

La estrella cubana del voleibol coreano explicó que escapó del equipo porque tenía un hijo y las necesidades que él pasaba le abrieron los ojos. “La decisión fue, mayormente, porque yo no podía proveerle a mi hijo, por la escasez”, aseguró.

También contó que habló “mucho” con su familia, sobre todo con su madre, para explicarle el porqué de aquel escape y que el proceso sería “duro y largo”. Sobre todo porque tendría que estar dos años sin jugar y otros ocho de castigo, sin poder entrar a la isla por haberse escapado de una delegación deportiva.

Sobre su paso de Puerto Rico a Corea en el voleibol profesional, Leyva dijo que fue a préstamo y que desde un inicio el entrenador “vio en mí esa hambre, la necesidad, como yo digo. Somos guerreros”.

“Lo único que me preguntó fue el porqué yo estaba haciendo aquello y le dije que era por un futuro mejor para mi familia. En ese momento, ya tenía dos hijos, pues el más pequeño había nacido en Puerto Rico. Eso a él le gustó, y entonces firmamos el contrato”, relató.

Actualmente Leyva juega en el club coreano de Ansan Okman, aunque ha pasado por numerosos clubes, en Turquía y en China, entre otros.