Extriatleta cubano desde EEUU: “Allá nada era suficiente para alimentar y mantener mi casa”

El extriatleta del equipo nacional de Cuba, Michel González, afirmó esta semana que salió de la isla en busca de un mejor futuro para su familia, porque allá “nada era suficiente para alimentar y mantener” su casa.

González contó a la revista deportiva Play Off Magazine, que durante la pandemia, tuvo hasta tres trabajos. Uno como entrenador del INDER en la Ciudad Deportiva, donde ganaba 5 mil pesos cubanos, otro como entrenador de un gimnasio de musculación, donde cobraba 4 mil pesos y también pescaba submarino, donde a veces hacía mil pesos y otras no conseguía nada. 

“Sentía que no era suficiente para alimentar y mantener mi casa. De ahí, la decisión de emigrar para mejorar mi economía y sentirme útil con las personas que dependen de mí (…) Nunca pensé venir para los Estados Unidos. Yo había venido varias veces, tenía visa desde 2017 y en 2021, estuve en una competencia y di el paso”, señaló.

El exdeportista de alto rendimiento agregó que su esposa, la periodista deportiva Karlienys Calzadilla, excomentarista en la TV Cubana y su pequeña hija, hicieron la peligrosa travesía de Centroamérica en 2022 para unirse a él en EE. UU.

“Mi familia, al principio no lo entendía y no estuvieron de acuerdo conmigo, pero con el tiempo y los días, les hicimos entender nuestros puntos de vista. Los convencimos de que cada cual tiene sus criterios y decisiones por distintas que sean y merecen respeto. Hay que echar para adelante y tratar de vernos pronto, para que todo sea por una mejoría”, contó.

Michel aseguró que hacía tiempo había entendido que como atleta de alto rendimiento en Cuba estaba en desventaja con otros deportistas extranjeros. Precisó que si su carrera la hubiese desarrollado en otro país sería un atleta olímpico, un sueño que no pudo cumplir en la isla.

“El triatlón es un deporte en el que la clasificación a Juegos Olímpicos no es pareja para todos los atletas. En el caso de América, sobre todo, ocurre a partir de puntos en copas del mundo y alrededor de catorce o dieciséis de estas, al año, se realizan en Europa. Nos golpeaba mucho eso”, explicó.

González reveló que en el Centro de Alto Rendimiento (CEAR) Giraldo Córdova Cardín en La Habana no existen las mejores condiciones, incluso había que realizar “gestiones” para que los triatletas comieran en el comedor de los medallistas olímpicos, donde daban mejores alimentos.

Finalmente, Michel aseguró que no está preocupado por su futuro en Estados Unidos y solo intentará darle a su hija algunas condiciones y oportunidades que él no tuvo en la isla.

“Aunque tengamos que sacrificarnos, dejar cosas atrás momentáneas y otras definitivas para abrirnos un poco más a mejores condiciones. Espero mis papeles de residencia para empezar a trabajar y tener un mejor estatus. Me tienen visto trabajo en una tienda de bicicletas como mecánico, reconocida en Miami”, detalló.

“Llevo un año aquí y sentimos que estamos haciendo las cosas bien, avanzando y dando pasos. Si valió la pena o no, el futuro lo dirá. Un sueño sería que mi niña se encaminara en mi deporte y que pueda lograr cosas que yo no logré, pero si va a darse, que sea por ella, no porque yo se lo imponga. Trataré de propiciarle el amor y darle a entender la importancia por el deporte y la actividad física”, concluyó.