Reconstrucción, una lucha contra la ausencia

"Los niños aquí ya no se saben canciones infantiles. Nos comienzan a pedir una canción que está de moda que es “El palito presidiario"...
Grupo ReConstrucción camina con una bocina por las calles de la Habana
 

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Con un sombrero de yarey y una bocina al hombro, Raymel Casamayor tuvo en el 2017 la iniciativa de llevar distintos referentes musicales a aquellas zonas como Centro Habana donde principalmente se escucha el reguetón.

“No entiendo como se puede poner el reguetón dentro de una escuela a la hora del receso o en lugar públicos. Una música que muchas veces está afectando la imagen de la mujer y de los niños”, comenta Raymel.

Junto a un grupo de amigos, entre ellos la realizadora cubana Janis Reyes, Raymel Casamayor busca compartir música con aquellas personas que no pueden darse el lujo de comprar un disco de salsa en una tienda y que por las condiciones precarias en las que viven la prioridad es comer.

El grupo ReConstrucción se une todos los domingos para llevar diversidad musical a Centro Habana

“Nosotros salimos todos los domingos con una bocina y vamos por distintos barrios de Centro Habana poniendo una música diferente”, comentó Janis a ADN Cuba.

ReConstrucción se adentra en las zonas más precarias de la Habana, donde el reguetón, es el único plato fuerte que se sirve a cualquier edad. En cambio, ellos ofrecen una alternativa distinta, un son, una rumba, una salsa, un Mozambique y quizás hasta a Lecuona inviten a la mesa un día.

“Esto es una lucha contra la ausencia, la ausencia de la buena música cubana en el barrio. Estamos rodeados ahora mismo de reguetón todo el tiempo”, comenta Raymel mientras nos muestra sus equipos y el micrófono que lleva consigo para que los niños canten.

Facebook ReConstrucción - Raymel Casamayor y Janis Reyes

“Los niños aquí ya no se saben canciones infantiles. Llegamos y nos comienzan a pedir una canción que está de moda que es “El palito presidiario” y comenzamos a hablar con ellos para hacerles ver que un niño de 7 años no debe estar cantando “El palito presidiario” como su fórmula de diversión.

Con sus propios recursos y sin ningún apoyo institucional ReConstrucción se ofrece a grabarle a los vecinos la memoria musical cubana que aveces creemos que se ha perdido en el tiempo.

 

 

 

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