Hallan los cuerpos de dos niños y un hombre asesinados por envenenamiento el pasado 28 de octubre en Ecuador, en el que la presunta autora del triple homicidio registrado sería la madre de los menores, señalada por las autoridades como una asesina en serie que quiso terminar con la vida de otras personas de su entorno familiar y social.
Los menores de 5 y 9 años de edad, fueron hallados por las autoridades ecuatorianas sobre una cama de una vivienda en una parroquia de Quito (como se le llama a las zonas rurales apartadas de la ciudad principal en Ecuador), mientras que el hombre de 28 años, estaba cubierto con plástico y cemento debajo de un lavadero de cocina en la misma localidad.
La mujer identificada como Lissa, de 25 años de edad, había usado el mismo modus operandi, lo que permitió a la policía encontrar “una relación” con otro caso de envenenamiento de un hombre de 48 años el pasado 11 de junio, confirmó en rueda de prensa el general Fausto Olivo, director de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased).
La muerte del hombre de 48 años ocurrió durante una reunión social, también en Pifo, donde la víctima apareció sin vida en un domicilio debido a una intoxicación. En el lugar, se hallaron botellas de cerveza con unas huellas dactilares que resultaron ser de Lissa.
Además de sus dos hijos y estos dos hombres, uno de ellos identificado como Jaime; la mujer había intentando asesinar a otras personas de su propio entorno familiar, entre ellas, la mamá.
Durante otra reunión social en septiembre, Lissa intentó envenenar a sus dos hermanos y a su madre de 56 años. En esa ocasión, sus hermanos se recuperaron, pero su madre sufrió un derrame cerebral.
Asimismo, el pasado 5 de octubre intentó aparentemente terminar con la vida de una mujer que acudió a su casa a pedir trabajo.
La Policía busca determinar si la mujer está involucrada en más muertes. Actualmente, es procesada por el asesinato de sus dos hijos y del hombre que apareció enterrado en su casa y se encuentra recluida en la cárcel de Cotopaxi.