China registró este lunes su número más alto de casos positivos por coronavirus desde marzo, al anunciar la hospitalización de 108 personas, 98 de ellas provenientes del extranjero.
La situación con los llamados casos importados ya preocupaba al gobierno de Shangai desde días anteriores, pues fueron mayoría también entre los 46 infectados reportados el sábado y los 101 del domingo.
El veto temporal de entrada al país a ciudadanos extranjeros, puesto en marcha por el gobierno de Xi Jinping desde el pasado 28 de marzo, no ha logrado reducir el número de casos importados, los cuales ya suman 1280 (481 recuperados).
Casi la mitad de los casos reportados este lunes (51) fueron pasajeros de un vuelo proveniente de Rusia con destino Shangai, ciudad que marcha a la cabeza en el número de pacientes provenientes del extranjero afectados por la COVID-19.
Las fronteras entre China y Rusia resultan la principal preocupación por parte de las autoridades, quienes pretenden evitar que la provincia fronteriza de Heilongjiang se convierta en un foco de la pandemia como Wuhan.
El pasado miércoles fue puesta en cuarentena la ciudad de Suifenhe, punto limítrofe entre ambas naciones con 70 000 habitantes, donde se han registrado alrededor de 200 casos confirmados y otros 100 asintomáticos, según cifras de la agencia Xinhua.
La ciudad es el final de un trayecto que tomaron casi 2 500 viajeros desde el pasado 11 de marzo, con salida desde Moscú hasta Vladivostok, para luego ingresar a China por esa vía terrestre. De ellos, al menos 151 ciudadanos chinos residentes en el extranjero fueron diagnosticados con la COVID-19.
La televisora estatal CCTV anunció que este sábado comenzó a operar en Suifenhe un hospital provisional con unas 600 camas disponibles, mientras se mantiene una estricta vigilancia sobre los sectores residenciales de la misma para evitar que las personas salgan a la calle sin necesidad.
De acuerdo con el parte de este lunes, China registró por segundo día consecutivo una interrupción en la tendencia de decrecimiento en el número de casos, al mantener un total de 1 156 infectados, luego de que 88 pacientes fuesen dados de alta en las últimas 24 horas.
Mientras tanto, tras 11 semanas de cuarentena y la muerte de al menos unas 2 500 personas, en Wuhan la vida comienza a reestablecerse con lentitud, aunque se espera que se mantengan la mayoría de las regulaciones.
Los centros comerciales, supermercados o parques que ya han vuelto a la normalidad, controlan la afluencia de personas, mientras que las escuelas de toda la provincia de Hubei deberán esperar aún para reanudar sus actividades.
