Bolivia ordenó este jueves el cierre de tres ministerios y las embajadas en Nicaragua e Irán, dos países aliados del expresidente Evo Morales, para ahorrar recursos y destinarlos a la lucha contra el coronavirus, anunció la presidenta interina Jeanine Áñez, según un reporte de Deutsche Welle.
"Un punto importante para la economía es que el Gobierno sepa ahorrar y por eso hemos ordenado reducir tres ministerios, en lugar de 20 tendremos 17", y también "cerraremos las embajadas de Bolivia en Irán y Nicaragua", señaló la gobernante interina en un mensaje televisado.
Áñez no dio detalles sobre cuándo serán efectivos estos cierres, por qué fueron estas las embajadas elegidas, cuánto será el ahorro económico que supondrán ni cuál será la representación diplomática para estos países.
Sin embargo, dijo que su Gobierno no tiene nada en contra de esas naciones, aunque se sabe de las diferencias ideológicas y el distanciamiento político tomado desde que Morales renunció a la presidencia y abandonó el país.
"No tenemos nada contra esos países y pueblos nobles y hermanos que respetamos y son amigos", dijo Áñez con respecto al cierre de las oficinas diplomáticas en Managua y Teherán. Asimismo, explicó que los ministerios de Cultura y Deportes pasarán a ser parte de la cartera de Educación y el de Comunicación al portafolio de la Presidencia.
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"Todo el dinero que se ahorre con esa reducción irá para salud y para luchar contra el virus", acotó la mandataria, sin precisar cuánto dinero le significará al fisco esas medidas. La pandemia contagió hasta la fecha a más de 11.600 personas y causó 400 decesos en Bolivia.
La cadena alemana dijo que Bolivia, durante el gobierno del expresidente Morales (2006-2019), estableció estrechos lazos políticos y económicos con Nicaragua e Irán. Con la nación centroamericana formó parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y con Irán firmó acuerdos, principalmente en el campo petrolero y minero.
Bolivia dio un cambio radical a su política exterior tras asumir Áñez el poder de forma interina el pasado noviembre, respecto a los casi catorce años de Gobierno de su antecesor Evo Morales.
La diplomacia boliviana cortó relaciones con Cuba y se distanció de Venezuela, ahora también de Irán y Nicaragua, entre otros países que Morales tenía entre sus aliados políticos, para acercarse en cambio a naciones con las que el exmandatario estuvo confrontado, como Estados Unidos e Israel.
La Paz y Teherán firmaron más de una decena de acuerdos en áreas como salud, defensa, investigación, minería y cooperación industrial con Morales en el poder, quien visitó Irán y recibió en Bolivia al entonces presidente, iraní Mahmud Ahmadineyad.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se reunió en numerosas ocasiones con Evo Morales y fue uno de los mandatarios que le expresó su apoyo en noviembre pasado, cuando denunció que era víctima de un golpe de Estado para sacarlo del poder en Bolivia.