Exempleado de policía acusado de abusar de niños inmigrantes: Víctimas recibirán 122,5 millones de indemnización

El Consejo de Santa Mónica, en California, acordó pagar 122,5 millones de dólares a 124 víctimas de abusos sexuales que al parecer cometió un exempleado civil del Departamento de Policía de la ciudad que murió antes de ser juzgado, según informó hace unos días el Ayuntamiento en un comunicado.

Eric Uller, que trabajaba como voluntario en la Liga de Actividades Policiales (PAL), fue acusado de abusar sexualmente de cientos de niños durante más de 30 años. Su objetivo principal eran los niños de padres inmigrantes indocumentados que participaban en los programas extraescolares de la PAL en los barrios latinos de la ciudad.

A pesar de las numerosas advertencias y quejas sobre los abusos de Uller, las autoridades de Santa Mónica no tomaron medidas durante décadas, lo que llevó a cientos de víctimas a presentar demandas contra la ciudad. 

¿Quién era Eric Uller?

Eric Uller, que murió a los 50 años antes de ser juzgado por sus crímenes, procedía de una prominente familia de médicos, pero eligió trabajar para el Departamento de Policía de Santa Mónica como despachador y técnico informático.

Uller empezó a trabajar con PAL en 1989 como mentor de jóvenes con problemas y rápidamente empezó a centrarse en niños latinos de entre 12 y 15 años del barrio de Pico, aunque algunos tenían sólo 8 años. 

Su relación con la policía le ayudaba a atraer a los niños llevándoles en vehículos del departamento, mostrando su placa, esposas e incluso pistolas.

Las víctimas afirmaron que Uller utilizaba tácticas manipuladoras para ganarse su confianza, incluido el regalo de dinero, ropa cara, comida, videojuegos y entradas para los partidos de los Lakers y los Dodgers. 

Además, amenazó a algunos niños con encarcelarlos a ellos o a sus padres cuando se trataba de menores que habían tenido problemas con la ley o cuya situación migratoria familiar los colocaba en una posición vulnerable.

Las advertencias desoídas sobre abusos 

Según un artículo publicado por Los Angeles Times, las investigaciones penales y las demandas civiles revelaron múltiples advertencias que fueron ignoradas durante años sobre los abusos de Eric Uller, lo que ha suscitado críticas sobre por qué las autoridades no protegieron a los niños de la ciudad.

Entre 1991 y 1993, un sargento de la policía de Santa Mónica sospechó del comportamiento de Uller con un niño y se inició una investigación que no llegó a ninguna conclusión. Además, en la década de 1990, una empleada de PAL denunció que un niño había dicho que Uller se había ofrecido a "limpiarle el pene porque su padre es médico", pero fue amenazada con una amonestación formal por escrito si seguía difundiendo lo que calificaron de "chismes" en el lugar de trabajo.

Varios empleados y ex empleados municipales han expresado su frustración por el hecho de que sus superiores ignoraran sus advertencias y quejas sobre la forma inadecuada en que Uller interactuaba con los niños. En algunos casos, les dijeron que no era su problema y en otros, que no.