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El régimen cubano orquesta actos con “simpatizantes” del castrismo y los justifica con que se tratan de “iniciativas de la población”. Estos llamados encuentros “espontáneos”, que como se ha evidenciado con varios testimonios en redes sociales, cuentan con logística de audio, meriendas, transporte para movilizar a los asistentes, son la respuesta burda y desesperada de un Estado agonizante, ante las crecientes manifestaciones de residentes en la isla a favor de la democracia, el respeto por los derechos humanos en el país; la libertad de los presos políticos, entre otras muchas demandas.
Mientras la dictadura castrista obliga a la mayoría de quienes participan en estos actos, a presenciarse en los lugares indicados previamente y seguir el coro del oficialismo; a quienes salen a las calles a expresarse en contra del régimen, son reprimidos por la policía política, amenazados, acosados y en disímiles ocasiones sancionados arbitrariamente.
Los activistas del Movimiento San Isidro han sumado por estos días voces a lo largo de todo el país y una gran solidaridad. Frente a este despertar de la ciudadanía cubana, continúan develándose evidencias de cómo pretende responder el (des) gobierno de Miguel Díaz-Danel.
El periodista Mario Luis Reyes publicó este marte 1ero de diciembre en su perfil en Facebook: “Un amigo querido me cuenta que lo citaron para organizar una tángana espontánea. Me escribe este mensaje: 'Mario de corazón te pido q hagas algo con esto, mañana van hacer una de sus payasadas en el UCCFD MANUEL FAJARDO. Y yo no puedo seguir esta farsa'.
“Todo el que vive en Cuba debe saber de qué lado está la farsa. Debe saber dónde está la intención de dialogar y dónde no, dónde está el miedo que mata y dónde está el miedo que muere. Por favor, pongámosle fin a esto, no le hagamos más el juego al poder. Las máscaras de la dictadura caen cada día. ¿Quieren ser recordados como se recuerda a los cómplices de Pinochet, Franco, Somoza, Videla, Trujillo, Machado? El miedo puede justificar el silencio, pero nunca el crimen”, subrayó Reyes.
“Cuba es un país gobernado por una dictadura, entiendo que cueste trabajo aceptarlo, a todos nos ha pasado, pero el único futuro posible pasa por esa aceptación. No les pido que salgan a la calle a manifestarse, no les pido que dejen de tener miedo, solo les pido que no le pongan un dedo encima a sus vecinos, amigos, hermanos. Que nadie se atreva a agredir a un cubano por pensar diferente, mucho menos si no somos capaces de defender el derecho de los cubanos a pensar de la forma que les parezca. Aquí les muestro cómo se fragua un acto de repudio espontáneo”, refirió el periodista junto la siguiente imagen:
La publicación de Mario Luis Reyes ha desatado disímiles reacciones y comentarios. Remy Ramses Hernandez Lois, señaló: “En mi centro de trabajo también van a hacer un acto de repudio al aire, (porque más cheos no pueden ser) y me cuentan que ya en las universidades han amenazado estudiantes”.
“El miedo puede justificar el silencio pero nunca el crimen” ahí está todo dicho, dijo Yirka Docttú
Por su parte, Abl Bonzon, acotó: “Deberían preguntar en una encuesta espontánea que presidente quiere el país. Es que espontáneamente me viene la mente la palabra democracia”.
El pasado 27 de noviembre, cientos de personas acudieron a la sede del Ministerio de Cultura de Cuba, para reclamar el cese del acoso, hostigamiento y represión al arte independiente cubano y el disenso político, explícitos de manera cumbre en el tratamiento que el régimen ha dado al Movimiento San Isidro por sus acciones en favor de la liberación de Denis Solís.
Un grupo de 30 artistas, intelectuales y periodistas, en representación de los casi tres centenares que permaneció esperando afuera de la institución, entró a exponer sus demandas al viceministro Fernando Rojas y otros funcionarios del régimen.
Si bien muchos de los plantados en el Ministerio de Cultura consideraron que los acuerdos alcanzados en la primera reunión no satisfacen la mayor parte de lo demandado, todos coincidieron en que lo sucedido tuvo una gran trascendencia, en tanto se forzó un diálogo que el régimen siempre ha evitado en su afán por desconocer y deslegitimar la creación y el pensamiento independientes.
Esta concentración de artistas y miembros de la sociedad civil frente al MINCULT, provocó que el régimen orquestara un “acto” en el Parque Trillo de La Habana y voceará en sus medios de propaganda que se trataba de una iniciativa devenida “tángana” de los jóvenes. El paripé no fue suficiente y ahora se multiplican las “tánganas espontáneas”.