General chino se reúne con Raúl Castro, tras informe sobre bases chinas en Cuba
En su visita a Cuba, el general He Weidong no solo se reunió con Díaz-Canel, sino que también tuvo un encuentro con el dictador Raúl Castro
Actualizado: December 14, 2024 5:31pm
La reciente visita del general He Weidong, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, a La Habana, ha vuelto a poner bajo el foco la creciente cooperación militar entre China y Cuba, un vínculo que, a pesar de ser de largo tiempo, ha adquirido una dimensión aún más estratégica en los últimos años.
La reunión, celebrada el 11 de diciembre con el gobernante no Miguel Díaz-Canel, y las informaciones que sugieren la existencia de bases de espionaje chinas en la isla, han generado una serie de interrogantes sobre el alcance y los objetivos de esta alianza. El contexto geopolítico global y la rivalidad con Estados Unidos, principal actor en la región, suman complejidad a esta relación bilateral, cuyas implicaciones podrían ir más allá de lo estrictamente militar.
En su visita, He Weidong no solo se reunió con Díaz-Canel, sino que también tuvo un encuentro con el dictador Raúl Castro, a quien se le atribuye la consolidación de la alianza con China durante su mandato.
Aunque los medios cubanos no mencionaron específicamente el encuentro con Castro, la delegación china destacó este aspecto de la visita como un componente clave en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales. Además, se incluyó en la agenda la presencia del general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, y del embajador chino en La Habana, Hua Xin, en lo que parece ser una clara reafirmación de los lazos militares.
Según la publicación oficial de la Comisión Militar Central de China, uno de los objetivos de la visita de He Weidong es "elevar las relaciones entre los militares de ambos países a un nuevo nivel", en un momento en que el contexto internacional está marcado por tensiones geopolíticas crecientes.
Un informe reciente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), publicado poco después de la visita, ha reavivado las especulaciones sobre la presencia de bases militares chinas en Cuba. Según el estudio, China ha incrementado sus actividades en la isla en los últimos años, mejorando instalaciones en localidades como Bejucal, El Wajay, Calabazar y El Salao, todas situadas estratégicamente cerca de los Estados Unidos.
Estas bases, que supuestamente se utilizan para la recopilación de señales de inteligencia (SIGINT), son vistas por muchos como una extensión del poder militar de Beijing en el hemisferio occidental, lo que preocupa a Washington debido a su proximidad con Florida, una de las zonas más sensibles en términos de seguridad nacional.
El informe no solo detalla el crecimiento de estas infraestructuras, sino también las mejoras tecnológicas que se han implementado, lo que sugiere que las actividades de espionaje y monitoreo han aumentado significativamente. Estas bases permitirían a China recopilar información clave sobre las actividades militares y de comunicaciones de Estados Unidos, lo que posicionaría a Cuba como un actor esencial en la red de inteligencia de Beijing.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha sido contundente en su respuesta a las acusaciones sobre la presencia de bases militares en Cuba. Mao Ning, portavoz de la cartera, descalificó rotundamente el informe del CSIS, calificándolo de "pura invención".
Según la versión oficial, la cooperación entre China y Cuba es "abierta y transparente", y no tiene como objetivo "dirigirse a terceros".
A nivel diplomático, Cuba ha adoptado una postura cautelosa pero firme en la defensa de sus acuerdos con China. La isla, que atraviesa una crisis económica profunda, ha reforzado su vínculo con Pekín en diversas áreas, desde el comercio hasta la cooperación en defensa, con la esperanza de que este apoyo pueda mitigar las tensiones internas y facilitar su desarrollo.
La respuesta de Díaz-Canel durante la visita de He Weidong fue clara: "Independientemente de cómo cambie la situación internacional, las dos partes se apoyarán mutuamente en cuestiones que conciernen a los intereses fundamentales de cada uno".
El gobierno de Estados Unidos ha estado siguiendo con atención los avances en la relación China-Cuba, especialmente los elementos militares. Un vocero del Departamento de Estado indicó que Washington ha estado "monitoreando muy de cerca" la presencia de China en Cuba, y reiteró que su esfuerzo diplomático ha impedido que Pekín logre consolidar una presencia militar significativa en la isla. "La RPC [República Popular China] seguirá intentando aumentar su presencia en Cuba, y nosotros seguiremos trabajando para interrumpirlo", afirmó el funcionario.