Exfuncionarios de EEUU piden a Biden suavizar sanciones contra régimen cubano
Una de las primeras demandas de Huddleston y Rhodes es la de sacar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo
Actualizado: December 19, 2024 11:13am
Un grupo de exfuncionarios estadounidenses envió una carta a la Administración Biden para que flexibilice algunas sanciones contra el régimen de La Habana antes de que Donald Trump asuma la presidencia en enero próximo.
Según el medio The Hill, que tuvo acceso al documento, entre los firmantes de la misiva destacan la ex jefa de misión de EE. UU. en La Habana Vicki Huddleston y el ex asesor adjunto de Seguridad Nacional Ben Rhodes, pero no mencionaron otros nombres.
Una de las primeras demandas de Huddleston y Rhodes es la de sacar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
"No hay evidencia creíble de que Cuba auspicia el terrorismo internacional. La designación ha obstaculizado el acceso de Cuba a la financiación internacional, ha reducido los ingresos del turismo para pagar las importaciones de alimentos, combustible y medicinas y ha obstruido la llegada de ayuda humanitaria”, escribieron.
"Nuestros aliados más cercanos en la región han solicitado repetidamente que eliminemos esta designación para paliar los impactos regionales de la creciente migración cubana, y confiamos en que Estados Unidos será aplaudido en todo el mundo por tomar esta decisión basada en hechos", señalaron.
Los firmantes también apoyan que se incremente la ayuda humanitaria y "agilizar las normas para que los ciudadanos cubanos accedan al sistema financiero estadounidense".
"Como saben, la red energética del país está fallando, la desnutrición infantil está aumentando, los servicios básicos se están deteriorando y la mayoría de los cubanos han perdido la esperanza, lo que precipitó el mayor éxodo de migrantes de Cuba en su historia", añaden.
En unas pocas líneas mencionaron que las políticas del régimen cubano son "insuficientes e incoherentes, que en gran parte han causado esta crisis", pero aclarando que "también creemos que la actual política estadounidense ha exacerbado las dificultades de los cubanos y, por lo tanto, le solicitamos respetuosamente que adopte una serie de medidas en las semanas restantes de su administración para ayudar a aliviar estos desafíos, por el interés nacional de Estados Unidos y en apoyo del pueblo cubano”.
“Creemos que su administración debe prestar mucha atención y actuar con decisión para mitigar las consecuencias potencialmente nefastas de tener un Estado fallido a sólo 90 millas de nuestras costas”, concluyeron.
Por otro lado, Jeffrey DeLaurentis, encargado de negocios de la Embajada de EE. UU. en la isla durante la Administración Obama, expresó que la política de acercamiento en esa época "fue un éxito".
En una entrevista con la agencia EFE, DeLaurentis manifestó exactamente que "a pesar de que esta política fue revertida después de dos años, fue un éxito y resuena incluso hoy, pese a los esfuerzos de la (primera) administración Trump por echarla abajo".
“El deshielo necesitó “más tiempo” para ser “sostenible”, agregó el diplomático.
Precisamente el 17 de diciembre anterior se cumplió una década del llamado deshielo entre Cuba y Estados Unidos, que trajo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Detrás de estas negociaciones estuvo el propio Alejandro Castro Espín, hijo del dictador Raúl Castro, confirma Ben Rhodes en su libro "El mundo tal como es. Memorias de la Casa Blanca de Obama", quien lideró estas conversaciones por la parte norteamericana.
Entonces, ya Castro Espín estaba al frente de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional (CDSN) del régimen y Rhodes contó que su designación como representante de la parte cubana le hizo creer que el dictador 'iba en serio' con el acercamiento.
Actualmente, la situación de derechos humanos en la isla continúa siendo crítica, así como la falta de libertades. El régimen cubano usa las sanciones estadounidenses como justificación de sus fracasos económicos, mientras invierte volúmenes considerables de su presupuesto en construir hoteles manejados por militares y en mantener su aparato represivo.
La carta enviada esta semana a Biden y la entrevista a DeLaurentis, coinciden con una campaña desarrollada por el régimen cubano este último mes, en la que piden 'dialogar' con la Administración entrante, pero bajo sus propios términos, lo que significa excluir temas relacionados con el respeto a los derechos humanos y la democratización de la isla.