El escritor cubano Enrique Del Risco criticó al Ministerio de Salud Pública (Minsap) por su complicidad en las violaciones de derechos del artista disidente Luis Manuel Otero Alcántara, retenido e incomunicado desde hace 22 días en el Hospital “General Calixto García”, de La Habana.
“El MINSAP es cómplice de la represión. El MINSAP es el [Ministerio del Interior] MININT de bata blanca”, aseveró Del Risco en redes sociales.
En los comentarios al post, Julián Daniel Jiménez Krauze recordó que “bajo la dictadura de Batista, los hospitales eran zona franca que el aparato represivo no podía violar, donde perseguidos heridos eran atendidos y salvaban el pellejo (…)”. Sin embargo, como señala este usuario “en la dictadura actual”, que surgió de la revolución contra Batista, “el MINSAP y los hospitales son un apéndice represivo del DSE/MININT. En Cuba ya no vale ni el Juramento Hipocrático, la medicina queda supeditada a la represión”.
Otro escritor exiliado, Carlos Aguilera, satirizó diciendo que “el Minsap es el Minint de bata blanca, y la policía es el Minsap de bata negra. Un solo pueblo”.
Otros usuarios señalaron que no se trata solo del organismo de gobierno que administra la Salud Pública el único supeditado a las ordenes del aparato represivo, sino que, en realidad, todos los ministerios en la isla están supeditados al mandato de la policía política.
Secuestrado en un hospital
Veintidós días después de la irrupción de agentes del régimen en la vivienda de Damas 955, en la Habana Vieja, para forzar al Luis Manuel Otero a dejar su huelga de hambre y sed, los derechos del opositor continúan siendo vulnerados.
Otero permanece retenido e incomunicado por la Seguridad del Estado, en instalaciones del Minsap, específicamente en una sala de psiquiatría del Hospital “General Calixto García”, cercado por un despliegue militar cuyos agentes realizan detenciones a quien intente visitarlo.
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El jefe de psiquiatría del hospital, el Dr. Jorge Luis Velázquez Julián, la doctora psiquiatra que estaría atendiendo a Luis Manuel Otero, Yohandra Milián Gerardo, el vicedirector quirúrgico Ifrán Martínez Gálvez y la enfermera Dora Álvarez, son algunas de las personas que trabajan en el hospital "Calixto García", señaladas como participantes en la trama tejida por la Seguridad del Estado, contra el artista y activista opositor.
También correspondería responsabilidad al titular del Minsap, el doctor José Ángel Portal Miranda.
Médicos señalados como “represores violentos”
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC, por sus siglas en inglés) anunció a través de un comunicado que está procesando como “represores violentos” a las personas que, en el mencionado centro de salud, “cooperan con la Seguridad del Estado en infligir daños temporales o irreversibles a Luis Manuel Otero Alcántara”.
Según advierte la Fundación, “esta es la última infamia de una élite de poder que usa la medicina como herramienta de diplomacia y propaganda al tiempo que la emplea como instrumento diabólico de su represión. El uso de los servicios médicos para la tortura y asesinato de disidentes ha sido una práctica represiva durante estas seis décadas”.
Subrayan además en el comunicado que “no hay detención ni acusación policial, ni jueces que tengan que dar la cara para dictar sentencia, ni hay juicios que provoquen la condena pública mundial”.
“Son médicos, psiquíatras y sus diagnósticos quienes se encargan de ejercer la represión”, denunció la FHRC, que también denuncia que el régimen cubano “ha hecho uso de médicos y enfermeros corruptos para torturar con electroshocks, drogas y otras prácticas”.
“El asesinato político es parte de esa historia porque la medicina facilita su encubrimiento. Ha habido casos como el de Laura Pollán, fundadora de las Damas de Blanco, quien murió en el mismo hospital donde ahora está Otero Alcántara en condiciones no aclaradas de forma independiente. No pocos disidentes, como es el caso de los hermanos Ruiz Urquiola –Omara y Ariel– han sido también víctimas de la inoculación de enfermedades, la negativa o demora en proveer las terapias correctas y el suministro de placebos en los tratamientos”, detallaron.