Para los médicos cubanos y otros profesionales de la salud, en la primera línea de lucha contra la COVID-19, el gobierno de la isla ha dispuesto una “ayuda” en alimentos que cuesta a quien la reciba unos 28 dólares, o 700 pesos cubanos.
El monto de ese paquete es casi el del salario medio de Cuba, aunque algún alivio trae al personal sanitario, en una isla donde las multitudinarias colas para conseguir suministros son comunes e incluso se han producido hechos violentos.
“Este es el paquete de ´ayudas´ que les están ofertando a los trabajadores de la salud en Cuba. Pongo ayudas entre comillas porque no se los están regalando”, denunció en Facebook la periodista independiente Camila Acosta, quien mostró una fotografía con los productos.
La joven explicó que el supuesto auxilio del régimen fue por un precio equivalente a “lo mismo que cobra mensualmente la persona que compró este módulo. Hasta ahora, solo le ahorra las interminables colas para acceder a ellos en las tiendas”.
Acosta pidió que “en lugar de hacer campañas ideológicas convocando a aplaudir a los médicos cubanos todos los días a las 9 p.m. deberían regalarles estos módulos, que ni un mes dura en un núcleo familiar”.
Ciertamente, el grupo de productos vendidos al personal sanitario en Cuba es pequeño y no muy variado en alimentos de calidad: botellas de aceite (2); garbanzo y chícharo en sendos paquetes pequeños; una lata de sardinas; un pomo de mayonesa y otro de sirope; sal, natilla y almidón (un paquete de cada producto); dos pollos congelados; cuatro paquetes de detergente, tres jabones y una frazada de limpiar pisos. También les vendieron polvos de sazón y leche evaporada.
“¿De qué vivirá el resto del mes esa especialista de la salud que gastó su salario comprando este módulo? ¿Cómo mantendrá esa madre soltera a sus hijas? ¿Cómo pagará el transporte, la electricidad, el agua...?”, cuestiona la periodista.
Camila Acosta continúa aportando a un debate de los últimos días en Cuba, cuando la periodista gubernamental Irma Shelton comentó en la televisión estatal, que en países como España y Estados Unidos había una supuesta “hambre” y escasez de productos básicos.
“Mientras en Estados Unidos regalan la comida diariamente a todos los ciudadanos que lo necesiten, en Cuba el gobierno lucra a expensas del pueblo, de los médicos, esos que se están sacrificando por erradicar o controlar la pandemia. Irma Shelton debería mencionar esto en sus ´análisis´ en lugar de ver la paja en el ojo ajeno, de manipular los problemas nacionales y la opinión pública; (…) lo que más nos afecta a todos los cubanos es la realidad nacional, no la de España o Estados Unidos”, afirma Camila Acosta en su publicación.
En un reportaje del Sistema Informativo de la Televisión Nacional, el gobierno de la isla reconoció esta semana lo que ADN CUBA y otros medios independientes han venido denunciando desde el inicio de la crisis sanitaria del coronavirus: la ineficiencia del régimen para acabar con las largas filas de cubanos que intentan conseguir alimentos.
En medio de la tensa situación los médicos y demás integrantes del personal de salud, que es usado por el régimen para vender sus servicios a otros países, reciben poca ayuda oficial mientras combaten la pandemia del coronavirus en la isla.