Ex Gran Maestro de masonería cubana: “Traidor y cobarde hubiese sido prestarme para los planes de la Seguridad”

El ex Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Francisco Javier Alfonso Vidal, aseguró, en entrevista con el sitio independiente Cubanet tras su arribo a Estados Unidos, que no se considera “ni traidor, ni cobarde”, pues nunca se prestó a los planes de la Seguridad del Estado del régimen.

Un documento al que ADN Cuba tuvo acceso, cuya autoría se atribuyó a Alfonso Vidal, acusa a la Seguridad del Estado de acoso y de infiltrar la organización fraternal para vigilar y ejercer presiones sobre sus miembros con fines políticos. En esta conversación con la reportera Camila Acosta, el ex Gran Maestro lo confirma.

“El último encuentro duró cerca de dos horas, se habló de todo, según Poll (el agente de la Seguridad que lo atendía en Cuba), si yo hubiese resuelto el problema hace seis meses, es decir, expulsar al Soberano, nos hubiésemos evitado los problemas que hay hoy”, explicó.

Alfonso Vidal contó que el agente de la policía política los acusó de “estar recibiendo dinero para los familiares del 11J y que se estaban guardando cosas en el Supremo”.

“Me trató de chantajear diciendo que jurídicamente ellos podían cerrar la Institución y, finalmente, me dijo que no me iban a dejar viajar a México. Me trató de amedrentar poniendo a la Institución por medio”, insistió.

El ex Gran Maestro aseguró que algunos funcionarios de la Gran Logia de Cuba están en complicidad con los agentes de la Seguridad del Estado y dio algunos ejemplos de las divisiones en el interior de la entidad.

“El objetivo es cambiar la imagen de la masonería con respecto al Gobierno. La Gran Logia de Cuba, para estar bien, tiene que dar muestra públicamente de que apoya al Gobierno. Mientras eso no suceda, está condenada al fracaso en cualquier tipo de gestión”, precisó.

Alfonso explicó que cree que con su salida de la isla la masonería cubana se fortalecerá, porque la Seguridad del Estado estaba usando “la competencia de liderazgo” para dividirlos y eso causó sus efectos.

“Recomiendo apostar por la unidad de liderazgo; la masonería cubana debe elegir a José Ramón Viñas Alonso como su Gran Maestro. Creo que es hora de ir directamente a plantear posiciones, no podemos seguir por las ramas, debemos ir a la raíz, esa es mi opinión”, añadió.

Finalmente, el religioso explicó que, por su exilio en EE. UU., no se considera ni “traidor ni cobarde”, porque no se prestó para los planes de la Seguridad, ni hizo silencio, ni se arrodilló.

“Esta fue la salida que encontré a todo: salirme del juego antes de traicionar a mis hermanos, antes de traicionar los preceptos masónicos. Ni traidor, ni cobarde. Soy humano. Toca a la historia juzgar mis acciones pasadas y futuras”, concluyó.