La escasez de psicofármacos en Cuba compromete el tratamiento de personas con enfermedades mentales, alertaron este 13 de octubre médicos residentes en el territorio nacional a medios opositores.
Aproximadamente 170 000 cubanos padecen demencia en la actualidad. Se calcula que para el 2030 la cifra de personas con esa enfermedad podría alcanzar los 260 000, y en el 2050, medio millón, reveló el portal estatal especializado en temas de salud, Infomet.
El Ministerio de Salud Pública reconoció que entre los faltantes de medicamentos básicos que sufre la red de farmacias y hospitales desde hace meses a nivel nacional, se incluyen algunas medicinas dentro del grupo de las llamadas Benzodiacepinas, entre las que se encuentra el Alprazolam, utilizadas para combatir la ansiedad, el ataque de pánico y el insomnio.
Desde la ciudad de Manzanillo, en la provincia de Granma, el doctor Santiago Márquez Frías expresó que allí es complicada la situación, y hay muchos pacientes psiquiátricos que no se están medicando, por lo que están expuestos a riegos mayores.
“Faltan sedantes como el Clordiazepóxido, antipsicóticos como la Clorpromazina en tabletas de 100 mg y la Tioridazina de 25 mg, que se usa en los pacientes esquizofrénicos. Todo esto contribuye a que estas personas no tengan control sobre su enfermedad, y llegue el momento en que se dispare la descompensación de su cuadro clínico, algo que nadie desea”, afirmó Márquez Frías.
En Holguín, el médico traumatólogo Ramón Zamora dice que, sin el tratamiento adecuado, aumentan los ingresos en las instituciones de salud mental, las que carecen de las mejores condiciones en estos momentos.
“La falta de avituallamiento y de alimentación que reciben allí, sumado al uso de la fuerza física indebida que llega al maltrato, además de la misma infraestructura de estos hospitales, no cumplen los estándares para tener estos tipos de pacientes porque va en contra de su seguridad”, dijo el especialista.
El doctor Roberto Serrano cuenta que en la provincia de Santiago de Cuba hay un solo hospital psiquiátrico, insuficiente para todo el territorio y en malas condiciones.
“A los pacientes con esquizofrenia, quienes tienen alteración de la conducta en muchas oportunidades y se ponen agresivos, pues simplemente lo que hacen es ponerle un tipo de sedación en algún cuerpo de guardia de un hospital y mandarlo nuevamente para la casa, porque no hay espacio en la clínica especializada, es un problema netamente de la familia”, concluyó Serrano.