El régimen castrista, que no puede garantizar la comida en la mesa del cubano, ni simples aspirinas en las farmacias, ha puesto todas las ganas y recursos a un estudio de vacuna para el coronavirus. En Cuba se prueba ya un candidato de fármaco contra la COVID-19, ahora en un segundo grupo de 20 voluntarios, esta vez de entre 60 y 80 años, antes de comenzar la segunda fase del estudio clínico a finales de octubre, informan este jueves medios oficialistas.
Los ensayos de la llamada "Soberana 01", creada en el estatal Instituto Finlay de Vacunas, se iniciaron el 24 de agosto con 20 personas de 19 a 59 años, que recibieron las primeras dosis del medicamento. En total, la fórmula será inoculada dos veces en un periodo de 59 días durante esta primera etapa.
A los participantes se le realizarán cuatro extracciones de sangre: dos inmediatamente después de las inyecciones y dos intermedias para medir los anticuerpos, precisó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
De arrojar resultados satisfactorios, el estudio se extenderá hasta abarcar 676 voluntarios. Según el calendario oficial, las pruebas terminarán el 11 de enero de 2021 y los resultados estarían disponibles el 1 de febrero, para ser publicados el 15.
Aunque los ensayos arrancaron en agosto, según fuentes oficiales tres de los investigadores que trabajaron en el diseño del medicamento ya se habían inoculado la fórmula un mes antes.
A diferencia de otros proyectos internacionales de vacuna más avanzados, creados a partir de vectores adenovirales o virus inactivados, el candidato cubano se basa en una proteína recombinante, aunque de momento no se han difundido oficialmente más datos sobre su desarrollo.
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Cuba sufre actualmente una segunda ola de coronavirus, luego de que el régimen aseguró haber controlado la epidemia, que ahora regresó con fuerza y concentrada en su zona occidental. Esto ha provocado la cancelación de la reapertura en La Habana y por la pandemia se acumulan ya 100 muertes y 4.214 positivos, con su mayor número de casos activos (638) hasta la fecha.
En la capital, donde transcurre el estudio de la "Soberana 01", se han activado desde el martes las restricciones más fuertes que ha impuesto el Gobierno cubano en el país, que incluyen el cierre de la ciudad, la limitación del trasiego entre municipios y el toque de queda nocturno, con abusivas multas para los infractores.
El país caribeño, cuyo pueblo se las ve duras para alimentarse y comprar cualquier suministro básico, como expresión de una economía asimétrica y diseñada a capricho de Fidel Castro, cuenta con una industria biotecnología y farmacéutica que produce y vende actualmente ocho vacunas contra enfermedades como la meningitis, el cáncer de pulmón (terapéutica) y los tumores sólidos, entre otras.
(Con información de EFE)