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Liberan a cubano residente en Uruguay que intentó llegar a Argentina en bote

El cubano refugiado en Uruguay había pagado 250 dólares por cruzar a la Argentina para buscar “un trabajo digno”

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Entrada ilegal de cubano a la Argentina
Montaje ADN Cuba | Entrada ilegal de cubano a la Argentina

Actualizado: Thu, 11/10/2022 - 09:19

Un cubano refugiado y residente en Uruguay que intentó entrar de manera ilegal a Argentina en un bote rústico, fue liberado de todo cargo tras un fallo ejemplarizante en el juzgado Federal de Entre Ríos, en Argentina.

Según un reporte del diario argentino “El Sol”, no pudo atribuirse culpabilidad a los imputados (el cubano y el uruguayo que lo montó en su bote) porque las circunstancias hicieron que estos “individuos cuyos caminos se han entrelazado” no lo hicieran con “una finalidad delictiva, sino como producto del “desamparo”.

La jueza explicó que la desesperación de ambos se vio materializada “tanto en el agobio del migrante que, tras una serie de expatriaciones y asilos, aspiraba a conseguir un trabajo en otra ciudad” como en el del ciudadano uruguayo que intentó cruzarlo en el bote, pues este solo “pretendía obtener un ingreso para alimentarse y alimentar a la numerosa familia que de él depende”.

“No puede admitirse que se intente combatir con derecho penal al desamparo”, sentenció la autoridad de Entre Ríos.

El medio detalló que a principios de septiembre de este año, sobre las nueve de la noche (hora local), en el kilómetro 334.6 de “Playa Nebel”, en Concordia, agentes de la policía detuvieron en el agua a dos individuos que navegaban en una embarcación precaria: el dueño del bote, de 34 años, y un ciudadano cubano con status de refugiado en Uruguay.

De inmediato se les detuvo por intento de entrada ilegal y por violar la Ley de Migraciones de ese país.

Al ciudadano uruguayo se le acusó de haber violado el artículo 116 de la Ley mencionada, que reza que “será reprimido con prisión o reclusión de uno a seis años el que realizare, promoviere o facilitare el tráfico ilegal de personas desde, en tránsito o con destino a la República Argentina”.

Ante la acusación, el joven le manifestó a la jueza que trabajaba “en la calle cirujeando”, vivía en un rancho, no sabía leer ni escribir y apenas ganaba 400 pesos uruguayos al mes, unos diez dólares al cambio actual. Contó que hacía “tres días no comían” ni él, ni su esposa ni sus seis hijos.

La jueza argentina consideró que, en el caso del uruguayo, este “posee una extrema vulnerabilidad económica y social, no sabe leer ni escribir y, además, es de otra nacionalidad”.

Finalmente, la autoridad dispuso que el fallo le fuera comunicado al uruguayo de “forma simple, sencilla y entendible, con lenguaje claro”, resumiéndole que había quedado liberado y que esto no “manchaba su buen nombre”.