Restricciones y costos adicionales para patrocinadores del Parole Humanitario
El programa de parole humanitario para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, que ha permitido a miles de personas reunirse con sus familiares en Estados Unidos, enfrenta ahora nuevas restricciones y costos adicionales para los patrocinadores.
Actualizado: September 3, 2024 5:20am
El programa de parole humanitario para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, que ha permitido a miles de personas reunirse con sus familiares en Estados Unidos, enfrenta ahora nuevas restricciones y costos adicionales para los patrocinadores. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha anunciado que aquellos que deseen patrocinar a beneficiarios bajo este programa deberán pagar una tarifa de $30 por la toma de huellas digitales, proceso que deberá realizarse en persona.
La medida fue informada por el DHS a Martí Noticias, destacando que el objetivo principal es mejorar la validación de la identidad y las calificaciones de los patrocinadores, así como realizar verificaciones adicionales de antecedentes y seguridad. Según el comunicado publicado en el Registro Federal, la presentación de datos biométricos por parte de los patrocinadores se convertirá en una condición obligatoria para continuar con el proceso.
"USCIS requerirá la presentación de datos biométricos por parte de los patrocinadores como condición para la presentación y requerirá el pago de una tarifa de servicios biométricos de $30", afirmó el DHS en su comunicado. Este cambio, aseguran, es necesario para permitir una validación más rigurosa de los patrocinadores y garantizar que cumplan con los requisitos de seguridad.
Los patrocinadores deberán estar atentos a sus cuentas en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), donde recibirán notificaciones si se requiere más evidencia o información adicional durante la revisión de sus solicitudes. Sin embargo, el DHS no ha aclarado de inmediato si esta nueva exigencia también se aplicará a los patrocinadores que ya están en el sistema o si solo afectará a los nuevos solicitantes.
El formulario I-134A, que debe ser presentado por un individuo residente en Estados Unidos, es el documento utilizado para solicitar ser patrocinador y comprometerse a proporcionar apoyo financiero al beneficiario durante su estancia en el país. La revisión de estos formularios y la toma de huellas digitales son ahora parte de un proceso más exhaustivo destinado a detectar y prevenir el fraude.
El programa de parole humanitario había sido suspendido temporalmente a principios de este mes, después de que un informe revelara un nivel significativo de fraude en las solicitudes. Entre las irregularidades detectadas se encontraban múltiples solicitudes que usaban la misma dirección y números de Seguro Social de personas fallecidas.
A raíz de estas revelaciones, el DHS decidió pausar las autorizaciones de viaje mientras se revisaban los procedimientos y se implementaban medidas de seguridad adicionales. La suspensión generó incertidumbre entre miles de beneficiarios, en su mayoría cubanos, que esperaban desde el inicio del programa en enero de 2023 para reunirse con sus familias en Estados Unidos.
El pasado jueves, el DHS anunció la reanudación de la emisión de permisos de viaje, pero con un escrutinio más riguroso de los antecedentes financieros y penales de los patrocinadores, así como investigaciones adicionales para identificar perfiles fraudulentos. Los patrocinadores que hayan presentado solicitudes previamente rechazadas podrán volver a aplicar, pero ahora deberán someterse a la toma de huellas digitales como parte del proceso.
La decisión de reanudar el programa bajo estas nuevas condiciones llega en un momento crucial, con más de dos millones de solicitudes de parole humanitario en espera, según datos filtrados de un informe sobre el programa. Hasta julio, más de 530,000 inmigrantes habían sido autorizados a viajar a Estados Unidos bajo este programa, proporcionando un alivio temporal a quienes buscan escapar de crisis en sus países de origen.
Sin embargo, la suspensión temporal y las nuevas medidas han generado preocupaciones y críticas, especialmente entre aquellos que consideran que estas restricciones pueden complicar aún más un proceso ya de por sí difícil. A mediados de agosto, un comité del Congreso de Estados Unidos inició una investigación sobre la decisión de la administración Biden de congelar temporalmente el programa.
Para muchos beneficiarios y sus familias, las nuevas medidas representan un obstáculo adicional en su lucha por reunirse y comenzar una nueva vida en Estados Unidos. A medida que el programa avanza bajo estas nuevas condiciones, queda por ver cómo impactará en el flujo de inmigrantes y en la capacidad de USCIS para gestionar de manera efectiva un programa de tal magnitud.