Skip to main content

"Un planteamiento falso": desmienten a Trump sobre existencia de autismo en Cuba

Tanto la baja prevalencia de autismo en Cuba como el vínculo entre el consumo de Tylenol con dicha enfermedad han sido desmentidos por expertos de la comunidad médica. Incluso algunos padres de niños en el espectro han difundido su testimonio en redes sociales.

Image
El autismo es por primera vez más frecuente entre niños hispanos y negros en EEUU

Creado: September 24, 2025 9:06am

Actualizado: September 24, 2025 11:13am

Varios médicos y padres cubanos han opinado sobre las recientes declaraciones del presidente de EE. UU. Donald Trump, quien alegó que hay poca prevalencia de autismo en la isla porque las personas no toman Tylenol.

Esta semana, durante una conferencia desde la Casa Blanca, el mandatario expresó: Hay un rumor, y no sé si es cierto o no, de que en Cuba no tienen Tylenol porque no tienen dinero para comprar Tylenol, y prácticamente no tienen autismo. OK, dime algo sobre eso".

De acuerdo con Trump habría una posible relación entre el uso del paracetamol o acetaminofén (Tylenol) y el aumento de casos de trastorno del espectro autista (TEA) en Estados Unidos.

Tanto la baja prevalencia de autismo en Cuba como el vínculo entre el consumo de Tylenol con dicha enfermedad han sido desmentidos por expertos de la comunidad médica. Incluso algunos padres de niños en el espectro han difundido su testimonio en redes sociales.

Según declaró a ADN Cuba el doctor Lucio Enríquez Nodarse, se trata de un "planteamiento falso" del presidente estadounidense, pues la realidad es que en Cuba la incidencia de autismo es la misma —o incluso mayor— que en cualquier otro país del mundo, pero hay un subregistro.

"Los diagnósticos son insuficientes, tardíos o directamente invisibilizados, lo que distorsiona las cifras oficiales y crea la falsa impresión de baja prevalencia", añadió el galeno.

Sobre la supuesta relación entre el Tylenol y el TEA, Enriquez Nodarse mencionó un estudio realizado en Suecia -el más grande hasta la fecha-, con 2,4 millones de nacimientos entre 1995 y 2019, publicado en 2024,  donde no se encontró ningún vínculo entre la exposición prenatal al paracetamol y el riesgo de autismo, TDAH, ni discapacidad intelectual.

Igualmente el doctor Emilio Arteaga, del Gremio Médico Cubano Libre, indicó en su perfil de Facebook que, a pesar de que las cifras oficiales del régimen cubano den cuenta de una baja prevalencia del TEA, realmente hay un subregistro 'enorme'.

"Muchos diagnósticos no se hacen, sobre todo en casos leves o moderados. Faltan herramientas y profesionales especializados en varias provincias. Algunas familias no reciben orientación ni apoyo, lo que retrasa la detección. Los registros oficiales no son transparentes ni contrastados con estudios independientes", agregó Arteaga.

En la semana varios padres cubanos de niños en el espectro también han dado su testimonio.

Este es el caso del abogado Eloy Viera, quien en su perfil de Facebook señaló: "No me opongo a que se investigue el origen del autismo al mismo tiempo que no puedo dejar de señalar lo cuestionable que puede ser que desde la cúspide del poder y sin evidencia empírica novedosa, se diga que la “solución” a un problema social bien complejo, es que las madres no tomen Tylenol en el embarazo porque es “no good”. Para mí, ese tipo de actitudes posterga debates que siento son urgentes. Por ejemplo, qué hacer y cómo hacerlo para que niñas y niños autistas —y sus familias, dato clave— tengan a su alcance apoyos y servicios que les permitan ser (como muchos pueden llegar a ser) ciudadanos plenos y no una “carga social”.

Varios reportes de ADN Cuba en años pasados evidencian la presencia de autismo en la isla y la lucha de las familias para que sus hijos tengan calidad de vida.

Son comunes los reportes de abandono estatal, falta de medicamentos para crisis de personas con TEA e incluso discriminación en centros educativos.

Al menos hasta 2022, Cuba solo contaba con espacios perfilados para autistas en Santiago de Cuba, Holguín, Cienfuegos, Camagüey, Villa Clara y Matanzas, y ni siquiera en esos sitios la educación es tan personalizada como afirma el régimen.

Luego de cumplir 18 años las personas con TEA en Cuba quedan abandonados a su suerte pues el sistema educativo no contiene otras opciones para ellos al alcanzar esa edad.

Karla Pérez

Cienfuegos, 1998. Periodista cubana refugiada política en Costa Rica.